En un operativo llevado a cabo en un centro comercial de Medellín, Colombia, las fuerzas de seguridad lograron la captura de Cristóbal Paulino Fernández Viamonte, un cubano señalado como líder de una red de explotación sexual.
Según informaron las autoridades locales, Fernández Viamonte, quien ostentaba una vida de empresario, fue detenido gracias a la labor conjunta entre la Interpol y la policía colombiana, destacando su papel en la captación de mujeres bajo engaños para trabajos inexistentes en México.

Trascendió que, desde hace cuatro años, el ahora detenido mantenía su base de operaciones en Colombia, llevando un estilo de vida bastante “cómoda”, que incluía residencia en El Poblado y uso de vehículos blindados.
“Este hombre tenía varios carros de alta gama, pero últimamente se movilizaba en una camioneta azul turquesa, y durante varios meses le hicimos seguimiento”, dijo una fuente judicial a la prensa local.
Las víctimas, mayoritariamente originarias de ciudades colombianas como Cali, Medellín y Bogotá, eran engañadas con falsas ofertas de trabajo en el sector de la hostelería en Cancún y Mérida (México) donde el delincuente cubano poseía negocios.
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Al llegar a México, las mujeres eran despojadas de su libertad y sometidas a explotación sexual y laboral.
Ante esta atrocidad, una víctima reveló: “Ellos nos enviaron el dinero para tramitar los pasaportes y pagarnos los vuelos desde Colombia a Cancún. Una vez en México nos quitaron los pasaportes y nos hicieron firmar un contrato (…) Teníamos que pagar trabajando como meseras y hacernos ‘fichar’ y realizar servicios sexuales”.
Tras la detención de Fernández Viamonte, se supo que gozaba de un patrimonio superior a los 8 mil millones de pesos colombianos, fruto de sus actividades ilícitas.
La operación también resultó en la captura en México de Soledad Alejandri Peña, alias Capitán, pieza clave de la red.
Redacción de Cubanos por el Mundo