A través de las redes sociales, circuló la denuncia que indica que una anciana cubana fue desalojada de su hogar en Bayamo, Granma, sumándose así a la larga lista de atropellos que acontecen en cada rincón del país.
Fue Ali Sami, nieto de la afectada, quien hizo uso de su cuenta en Facebook para denunciar la situación que enfrenta su abuela, Libia Sablon Aguilera, de 83 años de edad, quien además padece de una fractura de cadera.
De acuerdo con Sami, un oficial de policía, valiéndose de su uniforme y acompañado por dos mujeres que supuestamente trabajan en el sector de vivienda, ejecutó un desalojo bajo pretensiones de propiedad falsa sobre el domicilio de su abuela.
Naturalmente, este acto precipitó un grave deterioro en la salud de la señora Aguilera, quien sufrió una isquemia cerebral como consecuencia directa del desalojo. “Tengo todo el derecho de denunciar”, afirmó el nieto de la víctima, resaltando la falta de amparo legal y de derechos en la situación.
La respuesta institucional ante la denuncia fue objeto de crítica por parte de Sami, quien señaló que al presentar su queja en Santiago de Cuba – sin especificar los motivos de su presencia en dicha localidad – la PNR no aceptó su reclamo, para colmo de males.
En este sentido, condenó que “sus funcionarios y trabajadores se presten para tal vileza”.
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Lamentablemente, casos como estos ocurren no solamente en Granma, sino también en toda la isla comunista, donde no importa la edad, raza o género a la hora de cometer una injusticia.
Madres con niños pequeños, mujeres embarazadas, ancianos que no se valen por sí mismos o personas enfermas, son tratados de la peor forma posible en un lugar donde el régimen pregona su falso “amor al pueblo.
Redacción de Cubanos por el Mundo
