Una cubana, identificada como Eniabel Montero Sánchez, compartió su angustiante experiencia y relató la larga espera de muchas horas para un carro fúnebre en La Habana.
Según su testimonio, compartido en redes sociales, la familia permaneció con el cuerpo de su ser querido en casa desde las 7:00 de la noche hasta las 5:00 de la mañana, tras el fallecimiento durante un accidente de ahogamiento.
En su publicación en el grupo “Madres cubanas por un mundo mejor”, Montero expresó su frustración. “Un cuerpo de un ahogado que se descompone rápido, no importa nada en este país, ni los fallecidos pueden estar tranquilos con sus familias”, manifestó.
Su relato revela no solo el dolor por la pérdida, sino también la indignación ante la falta de respeto por los difuntos y sus familias.
Trascendió que la familia pasó horas en vela, con solo una mesa vacía y coronas a su alrededor, a la espera de que el carro fúnebre llegara.
La mujer también indicó que la espera había comenzado a las 2:35 de la tarde en una funeraria, pero nadie ofrecía explicaciones sobre la demora en la recolección del cuerpo, que ya había sido dado de alta por medicina legal.
Con tono amargo, la cubana criticó el comportamiento del servicio de funeraria. “Te dicen que ya el carro viene en camino y es mentira, como no es familiar de ellos… Está bueno ya, esto es increíble que ni los muertos se respetan”, aseveró
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“Quiero velar a mi familiar, no a una mesa vacía”, dijo, reflejando el dolor que sentía por la penosa situación.
Lamentablemente, casos como estos ocurren no solamente en La Habana, sino prácticamente en cada región de la isla, donde los carros fúnebres brillan por su ausencia y, donde hasta morirse, representa una labor titánica.
Redacción de Cubanos por el Mundo
