El colectivo activista Futuro Vegetal realizó una manifestación en la mansión del mundialmente reconocido futbolista argentino, Lionel Messi, en Ibiza, pintando la fachada con pintura roja y negra.
Esta acción se enmarcó en su campaña para poner de relieve la “responsabilidad de los adinerados” en la crisis climática global.
A través de un comunicado, los activistas señalaron su intención de “denunciar la continuidad de políticas gubernamentales que agravan la crisis ambiental”.
Durante su acto, considerado por muchas como un vandalismo más que una protesta, los miembros de Futuro Vegetal mostraron una pancarta con mensajes en inglés que llamaban, entre otras a cosas, a “salvar el planeta”.
Según Bilbo Bassaterra, portavoz del grupo, esta acción de “desobediencia civil no violenta”, busca resaltar la desigualdad en la distribución de la responsabilidad por el cambio climático.
Asimismo, el grupo enfatizó que el 1 por ciento más rico emite la misma cantidad de carbono que los dos tercios más pobres, añadiendo que “las comunidades más vulnerables son las más afectadas por esta situación”.
Los activistas también criticaron la legalización de construcciones ilegales en Ibiza, advirtiendo que la mansión de Messi es uno de esos casos.
Es importante mencionar que el delantero argentino adquirió el inmueble por la impresionante cantidad de 11 millones de euros.
Por otro lado, cabe señalar que este acontecimiento representó la segunda ocasión en que Futuro Vegetal eligió Ibiza como escenario para sus acciones de protesta.
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En el verano anterior, habían cubierto de pintura negra las cerezas de la discoteca Pacha y atacaron un jet privado y un Lamborghini como parte de su rechazo al turismo de lujo y su impacto negativo en el medio ambiente.
Aunque para ellos represente una forma “legítima” de protesta, muchas personas en el mundo ya han expresado su repudio a estos actos.
Redacción de Cubanos por el Mundo
