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La Habana destruida es el verdadero “símbolo de la prosperidad socialista”.

La Habana, que alguna vez fue un faro de la cultura y el turismo en el Caribe, ahora enfrenta un futuro incierto, con una infraestructura colapsada, una economía en ruinas y un pueblo que lucha por sobrevivir en medio de la adversidad.

¡Hambre y miseria! Cubanos en La Habana buscan entre la basura “material de provecho”
Cubanos revisan la basura. Foto: Composición CPEM

La Habana, la capital de Cuba, enfrenta una crisis tan profunda que la ciudad parece haber retrocedido varios siglos en el tiempo. Lo que alguna vez fue un símbolo de la resistencia y el encanto colonial ahora es un reflejo de la decadencia y el abandono que caracterizan la vida en la isla. Las calles de la ciudad, que solían estar llenas de vida, ahora están marcadas por edificios en ruinas, apagones frecuentes y una infraestructura que se desmorona día a día.

El deterioro de la vivienda en La Habana es una de las señales más visibles de esta crisis. Con un parque inmobiliario en condiciones deplorables, la ciudad se enfrenta a constantes derrumbes que ponen en peligro la vida de sus habitantes. Según los datos oficiales, en 2024 solo se ha logrado construir un 0,8% de las viviendas necesarias para hacer frente a la demanda, lo que deja a miles de familias en situaciones extremadamente precarias. Las lluvias y la falta de mantenimiento han agravado esta situación, provocando que incluso barrios antes considerados seguros estén ahora bajo amenaza de colapso​.

La economía de la isla sigue su espiral descendente, con la población luchando por acceder a lo más básico: alimentos, medicinas y servicios esenciales. La escasez es tal que los cortes de electricidad y la falta de combustible han vuelto a ser parte del día a día de los habaneros. Estos problemas se suman a la ya desesperante situación de falta de alimentos, que ha llevado a protestas en varias ciudades del país, reflejando el creciente descontento social. En Santiago de Cuba, por ejemplo, las manifestaciones fueron motivadas por la falta de comida y los interminables cortes de luz, mostrando una vez más la desconexión entre las necesidades del pueblo y las acciones del gobierno​.

El malestar social también se ha visto exacerbado por la creciente inseguridad. A medida que las condiciones de vida empeoran, los jóvenes y las familias están optando por abandonar la isla en busca de mejores oportunidades, dejando a Cuba sin una parte significativa de su población más activa. Esta fuga de talento y fuerza laboral solo agrava la crisis, sumiendo a la capital en un estado de abandono que recuerda a épocas pasadas​.

La Habana, que alguna vez fue un faro de la cultura y el turismo en el Caribe, ahora enfrenta un futuro incierto, con una infraestructura colapsada, una economía en ruinas y un pueblo que lucha por sobrevivir en medio de la adversidad. Las imágenes de edificios desplomándose y calles desiertas evocan una ciudad que parece haber sido olvidada en el tiempo, atrapada en un ciclo de decadencia del que no parece haber salida. La capital cubana, que una vez brilló con su mezcla única de historia y modernidad, hoy se asemeja más a una ciudad que ha retrocedido dos o tres siglos, atrapada en un estado de crisis que parece no tener fin.

La Habana vista de dos modos distintos

Los portales digitales cubanos 14ymedio y Cubanet noticias, recientemente publicaron dos textos, independientes uno del otro, sobre La Habana.

Uno, comparaba La Habana actual con las estampillas de la colonia, según la visión de la ciudad que nos ha llegado por grabados como los de Federico Mialhe, y otros. O incluso por una Habana de mediados del siglo pasado fotografiada por fotógrafos cubanos y norteamericanos fundamentalmente. Otro, nos habla sobre una Habana del siglo pasado propiamente, según la mirada de un cineasta nacido allí.

El primer texto, publicado por 14ymedio, titulado “Ruina y abandono, las nuevas estampas habaneras dan pena en lugar de gracia”, presenta un retrato desolador de la ciudad.

En él, se compara la vibrante y próspera Habana de los grabados coloniales con la capital actual, marcada por la decadencia y el abandono. Las imágenes recogidas por los reporteros de 14ymedio muestran una ciudad sucia y llena de mendigos, con edificios que amenazan con colapsar en cualquier momento. Un ejemplo notable es un edificio en la calle Águila, cuya fachada está gravemente deteriorada, un símbolo del estado general de la infraestructura en La Habana.

El texto de 14ymedio subraya la ironía de los contrastes históricos. Mientras que en el siglo XIX, Federico Mialhe capturó escenas de quitrines llevando a jóvenes refinadas junto a monumentos como la Fuente de la India, hoy en día, esas mismas calles son transitadas por habaneros en camiseta y chancletas, con el fondo de edificios en ruinas.

Incluso los mendigos, una presencia constante en la historia de la ciudad, han cambiado. Si antes eran motivo de risa en las estampas coloniales, hoy representan la triste realidad de una ciudad en decadencia​.

Por otro lado, el segundo texto, publicado por Cubanet, es una entrevista al cineasta Fausto Canel titulada “La Habana era una gran ciudad, y no la montaña de escombros que es hoy”.

En esta entrevista, Canel reflexiona sobre la transformación de La Habana desde su juventud hasta la actualidad. Describe cómo la ciudad, que alguna vez fue un centro cultural y cosmopolita, ha caído en un estado de ruina y abandono. Canel, quien creció en una Habana vibrante durante las décadas de 1940 y 1950, compara esa época dorada con la situación actual, donde la ciudad parece haberse convertido en una “montaña de escombros”.

El cineasta rememora cómo, a mediados del siglo pasado, La Habana era un faro de modernidad en el Caribe, con una vida nocturna y cultural que rivalizaba con cualquier gran ciudad del mundo. Sin embargo, en sus palabras, la Habana de hoy solo conserva vestigios de esa grandeza, y lo que queda son ruinas que hablan de un pasado glorioso que ya no existe​(

Ambos textos, aunque distintos en su enfoque, convergen en la misma conclusión: La Habana ha sufrido un deterioro alarmante, perdiendo la esencia que alguna vez la definió como una de las ciudades más importantes de América Latina.

Mientras 14ymedio utiliza la comparación visual e histórica para enfatizar la decadencia actual, Cubanet ofrece una perspectiva íntima y personal a través de la memoria de Fausto Canel.

En conjunto, estos relatos pintan un cuadro sombrío de una ciudad que lucha por mantener su dignidad en medio de una crisis profunda y prolongada.

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Written by Redacción CPEM

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