La televisión cubana está diseñada para ser un instrumento de control ideológico y difusión de los valores del Estado. Por eso y no por otra cosa, prohíben El Paquete. Intentan reforzar el control ideológico de las masas para evitar que la gente conozca la verdad y se rebele, como sucedió el 11 de julio de 2021.
El régimen dictatorial cubano ha dado inicio a una nueva cruzada: la lucha contra los vendedores del conocido “paquete”. Esta alternativa de entretenimiento, que durante más de una década ha sido el refugio de muchos cubanos ante la escasa y repetitiva programación televisiva estatal, se ha convertido en el centro de un operativo policial que amenaza con transformar el panorama audiovisual en la isla.
El “paquete”: una solución no oficial
El “paquete” es una recopilación semanal de contenido audiovisual que incluye series, películas, telenovelas, documentales y música, entre otros. Desde su aparición, ha logrado llenar un vacío considerable en la oferta de entretenimiento en Cuba. La programación de la televisión nacional, limitada y controlada por el Estado, ha sido motivo de quejas constantes por parte de la población, que la percibe como aburrida y monótona. En este contexto, el “paquete” se convirtió en una alternativa a la rigidez ideológica y la falta de diversidad del contenido televisivo oficial.
Sin embargo, esta práctica nunca ha sido oficialmente reconocida ni permitida por las autoridades. A pesar de ser tolerada de facto durante muchos años, la nueva legislación anunciada en agosto de 2024, prohíbe explícitamente su comercialización. Esta medida ha encendido las alarmas entre los vendedores y consumidores habituales de este servicio.
El inicio de los operativos policiales
En barrios como Lawton, en el municipio habanero de Diez de Octubre, ya comenzaron los operativos. “El de esta semana es el último que voy a vender porque ya comenzaron los operativos y las confiscaciones”, confiesa una trabajadora por cuenta propia a 14ymedio, bajo condición de anonimato.
Esta mujer, quien se ha dedicado a vender copias del “paquete”, relata cómo su proveedor fue víctima de una redada policial en la que le confiscaron discos duros, computadoras y todo su equipo de trabajo. Estos operativos son parte de la aplicación de las nuevas disposiciones contra las actividades económicas privadas.
El paquete legislativo de agosto incluyó la prohibición de 125 actividades económicas para micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), cooperativas no agropecuarias (CNA) y trabajadores por cuenta propia (TCP).
En el sector de la comunicación y telecomunicaciones, se prohíbe específicamente la “exhibición cinematográfica”, lo que incluye la distribución de películas, series y cualquier otro material audiovisual mediante soportes informáticos. Así, las autoridades cubanas buscan poner fin a una práctica que llevaba más de una década funcionando sin obstáculos significativos.
Para muchos cubanos, el “paquete” ha sido una fuente indispensable de entretenimiento y, en algunos casos, de escape. Marilyn, una vecina de Nuevo Vedado, comparte su frustración a 14ymedio: “No sé qué me voy a hacer sin mi telenovela turca, eso es lo único que a mí me mantiene cuerda”.
Como ella, miles de cubanos han hecho del “paquete” su única ventana a contenidos audiovisuales más diversos que los ofrecidos por la televisión estatal, que suele ser acusada de estar desfasada y de promover solo contenido alineado con la propaganda oficial.
La situación económica y social en Cuba ha empeorado en los últimos años, lo que ha llevado a muchos a depender de pequeños placeres, como ver una serie o película, para sobrellevar las dificultades del día a día. La retirada del “paquete” amenaza con privar a la población de una de las pocas fuentes de entretenimiento a su alcance.
Ante la medida, algunos vendedores del “paquete” ya han decidido cambiar de rubro.
“Mi proveedor ya me dijo que no iba a seguir y que se había buscado otro trabajo en una pizzería”, relata Marilyn.
¿Un control ideológico disfrazado de orden legal?
Si bien la prohibición del “paquete” puede verse como una regulación más en el control de las actividades económicas, muchos creen que las verdaderas motivaciones detrás de esta cruzada son políticas.
Los audiovisuales incluidos en el “paquete” no están sujetos a la censura oficial y, en ocasiones, pueden contener documentales y materiales críticos con el régimen cubano. Entre los contenidos que las autoridades buscan restringir se encuentran testimonios sobre los crímenes de Stalin, los excesos de Vladímir Putin en la guerra de Ucrania, y material que cuestiona el modelo comunista.
Aunque los gestores del “paquete” instituyeron reglas de autocensura, como “cero política, cero violencia, cero pornografía”, las autoridades nunca han visto con buenos ojos la popularidad de este medio de distribución. Instituciones culturales han acusado al “paquete” de fomentar la frivolidad y el mal gusto, en contraste con la oferta educativa y cultural que promueve el Estado.
La medida incluso ha alarmado hasta a realizadores cubanos, que de algún modo u otro pudiera decirse que resultaban afectados por “El Paquete”.
La medida ha generado incertidumbre tanto entre los vendedores como entre los consumidores. Rubén, otro vendedor de “paquete” en el barrio de La Timba, asegura que, aunque cierre su local, la demanda por este contenido no desaparecerá. “La gente va a seguir necesitando entretenerse, estas prohibiciones no van a hacer que vean la Mesa Redonda”, sentencia. Algunos ya están ideando nuevas formas de sortear la prohibición, como la entrega del “paquete” a domicilio mediante mensajeros.
El régimen cubano intentó infructuosamente en el pasado contrarrestar el impacto del “paquete” con la “mochila”, una alternativa oficial distribuida a través de los Joven Club de Computación. Sin embargo, esta iniciativa nunca ganó suficiente popularidad. Con la nueva prohibición, el “paquete” se enfrenta a un reto mayor, aunque muchos dudan de que las autoridades puedan implementar esta normativa a rajatabla.
La Televisión Cubana
Como ya decíamos párrafos encima, la programación de la televisión cubana ha sido objeto de numerosas quejas e insatisfacciones a lo largo de los años, tanto por parte del público como de críticos de medios.
A continuación te presento un análisis que aborda varios aspectos de estas quejas y el rol que desempeña la televisión en Cuba, incluyendo su respuesta a intereses políticos e ideológicos, su capacidad de entretener y educar, y a quién representa.
Quejas e insatisfacciones
Entre las principales quejas del público cubano sobre la televisión nacional destacan:
- Falta de diversidad en contenido: La programación se percibe como monótona, repetitiva y desfasada. Muchos televidentes critican la carencia de programas de entretenimiento frescos y atractivos, además de la excesiva repetición de materiales antiguos o de poca calidad.
- Foco excesivo en contenidos ideológicos: Los noticieros y programas informativos tienden a tener una marcada inclinación ideológica a favor del régimen cubano, lo que genera insatisfacción en aquellos que buscan diversidad de opiniones o información más neutral.
- Escasa producción de ficción y entretenimiento: Los cubanos a menudo se quejan de la poca cantidad de producciones nacionales de calidad en cuanto a series, películas o programas de entretenimiento en general. Aunque hay esfuerzos por mantener vivas telenovelas y ciertos programas populares, estos son pocos en comparación con otros países.
- Limitado acceso a producciones extranjeras: Aunque se transmiten series y películas extranjeras, la selección es limitada y controlada, lo que genera descontento en una audiencia que busca más variedad, particularmente de producciones más recientes y populares a nivel global.
¿A quién responde la televisión cubana?
La televisión cubana está controlada por el Estado, a través del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT). Esto significa que responde directamente a los intereses y lineamientos del régimen cubano. El contenido que se transmite sigue estrictos controles y censura, particularmente en temas relacionados con política, sociedad y economía.
En cuanto a noticias, se prioriza la información oficial, promoviendo la visión del régimen sobre los eventos nacionales e internacionales, lo que refuerza la agenda política e ideológica del Partido Comunista de Cuba.
¿Entretiene?
A pesar de los esfuerzos por ofrecer contenido de entretenimiento, muchos televidentes sienten que la televisión cubana falla en cumplir este propósito. Los programas de entretenimiento son limitados en su variedad y producción, con pocos recursos asignados a la creación de nuevas y atractivas propuestas. Además, algunos programas de corte educativo o político pueden percibirse como tediosos o poco relevantes para el público más joven, que busca un contenido más dinámico y actualizado.
La programación de verano tiende a ofrecer una mayor variedad de programas de entretenimiento, pero la percepción general es que no se alcanzan los estándares internacionales de producción o innovación. A menudo, la televisión cubana es vista más como un vehículo de propaganda que como una plataforma que realmente busca entretener.
¿Educa?
La televisión cubana tiene una misión educativa importante y esto se refleja en programas documentales, culturales y de análisis histórico. Programas como “Universidad para Todos” o los segmentos dedicados a la enseñanza de inglés y otras materias buscan ofrecer oportunidades de educación gratuita a la población.
Sin embargo, la efectividad de estos programas es objeto de debate. Mientras que algunos valoran la función educativa, otros critican que muchos de estos contenidos están orientados hacia una visión ideológica, y que no son suficientemente atractivos para captar el interés del público general.
¿A quién representa?
La televisión cubana se presenta como la voz oficial del Estado y, en teoría, está diseñada para representar los intereses de todo el pueblo cubano. Sin embargo, en la práctica, su contenido refleja más los intereses de los dirigentes del Partido Comunista de Cuba que las preocupaciones del cubano de a pie. Esto se refleja en la falta de pluralidad de voces y la censura de cualquier contenido que critique al régimen o presente puntos de vista alternativos.
Intereses políticos e ideológicos
La programación de la televisión cubana está profundamente influenciada por los intereses políticos del régimen. Los noticieros y otros programas informativos tienen un tono marcadamente pro-gubernamental. La Mesa Redonda, uno de los programas más vistos, es un espacio de análisis político que, aunque aborda temas de interés nacional e internacional, lo hace desde una perspectiva alineada con los intereses del régimen cubano y su ideología socialista.
En cuanto al entretenimiento, incluso en las telenovelas o programas de ficción, es común encontrar mensajes y temas que refuerzan valores del sistema socialista cubano, tales como la solidaridad, la igualdad y el sacrificio personal por el bien común.
¿A quién educa y representa?
El sistema educativo y cultural que la televisión cubana promueve está orientado a consolidar los valores de la Revolución. Sin embargo, existe una desconexión entre los jóvenes cubanos y estos contenidos.
Muchos jóvenes se inclinan hacia otras alternativas, como el paquete semanal, que ofrece una variedad de contenido descargado de internet y que incluye películas, series, documentales y música de origen extranjer, pero que ahora ha quedado PROHIBIDO.
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