Barbra Streisand y su esposo James Brolin, residen en una lujosa mansión en Malibú, bautizada como un “oasis idílico”.
Sin embargo, su hijastro Jess Brolin ha optado por un estilo de vida muy diferente, viviendo en un motel de tres estrellas en las afueras de Ojai, California.
A sus 52 años, Jess fue visto recientemente en las cercanías de ese motel, que pertenece al magnate de los clubes nocturnos Steve Edelson.

A pesar de que el recinto cuenta con habitaciones modestas y acogedoras, esta situación contrasta claramente con el estilo de vida de su prominente familia.
El menor de los Brolin ha enfrentado graves desafíos personales, incluida una etapa de indigencia tras el agotamiento de su fondo fiduciario heredado de su madre.
En el pasado, vivió en condiciones precarias, incluso en una camioneta vieja, y fue fotografiado buscando comida en contenedores de basura.
Su situación parece haber mejorado, ya que, si bien no es un magnate ni nada por el estilo, ahora disfruta de un alojamiento más “estable”.
Sin embargo, a pesar de las ofertas de apoyo de su familia (incluida la misma Barbra Streisand) Jess ha elegido mantenerse alejado de ellos y no ha intentado reanudar su carrera en el mundo del espectáculo.
La vida de Jess Brolin no solo refleja sus dificultades personales, sino que también resalta el contraste entre su entorno y el de su hermano Josh Brolin, ampliamente conocido en el mundo del cine.
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Mientras que Josh vive en una casa de campo de lujo valorada en 7,1 millones de dólares, Jess continúa su vida en un motel.
No obstante, a pesar del duro desafío que representa, todo parece indicar que, por algún motivo u otro, es una decisión personal y está siendo respetada por su entorno.
Redacción de Cubanos por el Mundo