A la redacción de Cubanos por el Mundo llegó un emotivo mensaje donde los padres de una niña enferma lanzan un SOS desde la provincia Las Tunas.
Según el mensaje, la chica se llama Danisleydi Leyva Andaya y tiene apenas siete años de edad. Está hospitalizada en el Hospital Pediátrico “Mártires de Las Tunas”.
El reporte es conmovedor. Asegura que Danisleydi “está muriendo” y ha sido reportada “en estado crítico con un diagnóstico aún desconocido”.
“Sus padres, María Elena Andaya y Julio César Leyva, no cuentan con los recursos necesarios para transportarla a La Habana, donde podría ser diagnosticada y recibir atención médica necesaria”, añade la denuncia.
“Hace dos años, Danisleydi comenzó a perder sus capacidades motoras y visión. En este momento está reteniendo líquido y su cuerpo se está inflamando”, concluye el texto.
En la información se anexa un teléfono de contacto para todas aquellas personas que quisieran apoyar y se aclara, que ellos solo piden una ambulancia, no dinero ni nada material.
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Esta historia reiterada en la Cuba de hoy confirma muchísimas verdades: primero, la incapacidad del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) por garantizar un traslado de esta magnitud.
Segundo, las ausencia de especialistas o servicios especializados en provincias, solo presentes en ciertos contadísimos centros de salud que se localizan en la capital.
Y tercero, las pocas posibilidades económicas de una familia cubana de a pie, quienes no pueden costear un viaje como este, porque simplemente su salario no les alcanza.
Los comunistas y ciberclarias encargadas te dirán que el “bloqueo” de Estados Unidos contra Cuba impide asignar una ambulancia a esta desesperada familia.
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Pero, las ambulancias que ruedan por las calles de la Isla o bien están vinculadas con Clínicas Internacionales, o bien están a la mano solo de dirigentes políticos y gubernamentales.
El cuento del “bloqueo” nadie se lo cree, en un país donde hay más patrullas de la policía que ambulancias y donde aparece el combustible y lo que sea siempre que esté destinado a reprimir al pueblo o a garantizar la buena vida de la obesocracia que lo reprime.
La mal llamada “potencia médica” que exporta profesionales de salud por el mundo y deja desamparado al de a pie, es la responsable de lo que están viviendo estos padres tuneros y esa niña que, quiera Dios, sobreviva.
Redacción Cubanos por el Mundo