Madelin Marchant, una cubana de 64 años, demostró que los sueños no tienen fecha de caducidad.
Marchant, quien pasó años enseñando drama en la escuela South Miami Middle School, recibió una inesperada llamada a principios de 2022 que cambiaría el rumbo de su vida.
A la cubana le informaron sobre una audición para un papel como madre latina en una nueva producción, sin dar muchos detalles, excepto que debía hablar con acento español.
Sin grandes expectativas, envió su cinta de audición, pero para su sorpresa, seis semanas después recibió la noticia de que había conseguido el papel.
El proyecto resultó ser “Bad Monkey”, una serie de Apple TV+ basada en el exitoso libro de Carl Hiaasen. Cuando Marchant comenzó a investigar más sobre la producción, se dio cuenta de que el actor y productor Vince Vaughn sería una de las estrellas.

“Me di cuenta de que esto era mucho más grande de lo que imaginaba”, comentó Marchant.
En la serie, Marchant interpreta a Inés, una madre sobreprotectora cuya hija, Rosa Campesino (interpretada por la también cubana Natalie Martínez), trabaja como médica forense y colabora con el personaje de Vaughn, Andrew Yancy, en una investigación en los Cayos de Florida.
La dinámica entre Inés y Yancy da lugar a momentos cómicos, incluido un hilarante encuentro en la cocina familiar.
Este papel marcó un punto de inflexión en la vida de Marchant. Tras su éxito en “Bad Monkey”, decidió dejar su puesto como maestra, donde había trabajado durante más de dos décadas. Sin embargo, este no fue su primer logro en el mundo del entretenimiento. Antes de su incursión en Hollywood, Marchant había interpretado a Consuelo, la abuela de Gloria Estefan, en el musical de Broadway “On Your Feet!” en Washington, DC.

La cubana sigue brillando en los escenarios. Actualmente, actúa en la obra “Sweet 15”, una comedia sobre una fiesta de quinceañera que sale mal, en el Hub de Miami.
Su historia es un testimonio de perseverancia y valentía. “¿Quién hubiera pensado que la vida comienza después de los 60?”, reflexiona Marchant. “Me arriesgué y valió la pena. Nunca es demasiado tarde para perseguir tus sueños”.
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Redacción Cubanos por el Mundo