Un vendedor ambulante de flores, Juan Díaz, fue brutalmente agredido mientras intentaba defenderse de un ladrón en la autopista 105 en Los Ángeles. Este es el segundo ataque violento que sufre Díaz en menos de un año, ya que en noviembre del año pasado también fue acuchillado por otro asaltante en la misma zona, pero en esta ocasión un inmigrante cubano intervendría para su fortuna
Según relata la propia víctima el ladrón intentó despojarlo de su dinero, el cual Díaz había ganado honestamente vendiendo flores. Al resistirse, la situación escaló rápidamente y el asaltante, enfurecido, lo golpeó brutalmente, causándole graves heridas.
Díaz relató ante la prensa cómo el atacante lo golpeó repetidamente en el brazo izquierdo, rompiéndole varias costillas.
“Me empezó a dar golpes y golpes. Esta parte del brazo se me había roto las costillas”, comentó la víctima.
El asaltante no solo intentaba robarle el dinero, sino que también quería llevarse su carrito con las flores, lo que enfureció aún más al ladrón al ver que Díaz resistía.
Este no es el primer incidente violento que Juan Díaz ha sufrido en la ciudad de Los Ángeles.
En noviembre del año pasado, fue acuchillado en el pecho por otro ladrón mientras trabajaba en el mismo vecindario. Las complicaciones de la herida hicieron que su recuperación fuera lenta y difícil. A pesar de las secuelas físicas, Díaz sigue trabajando para ganarse la vida de manera honesta, aunque reconoce que el dolor en su brazo persiste, dificultándole los movimientos.
“Me siento mal porque no es posible que le pasen estas cosas a alguien que solo está trabajando para ganarse la vida”, expresó Díaz, quien además reveló que ha tenido que enfrentar su realidad sin su esposa, quien falleció hace algunos años.
En ambos casos, no ha habido arrestos por parte de las autoridades. A pesar de que las víctimas y los testigos lograron tomar fotos y vídeos de los sospechosos, la falta de resultados por parte de la policía ha dejado a Díaz sintiéndose indefenso ante la violencia que parece rodear su trabajo diario.
Afortunadamente, su hija ha iniciado una campaña para recaudar fondos y cubrir los gastos médicos de su padre, quien aún no se ha recuperado por completo de ambos ataques.
La comunidad ha mostrado su apoyo a Díaz, pero la pregunta persiste: ¿hasta cuándo los vendedores ambulantes en Los Ángeles tendrán que enfrentarse a este tipo de violencia mientras intentan sobrevivir honestamente?
Un inmigrante cubano al rescate
Ahora bien, lo interesante de esta segunda agresión es que un buen samaritano, identificado como Gerardo Plasencia y quien resultó ser un inmigrante cubano, intervino y logró detener al atacante, evitando que el incidente tuviera un desenlace aún más trágico.
“Le agarré de la nuca, fue muy rápido”, declaró Gerardo a los medios.
El inmigrante cubano evitó lo que pudo haber sido una tragedia durante el asalto al vendedor Juan Díaz, quien se gana la vida vendiendo flores en la autopista 105. El inmigrante cubano que vive en la misma zona, cambió esta vez el curso de los acontecimientos.
El inmigrante cubano que intervino en esta ocasión, comentó que entiende perfectamente el sufrimiento que enfrenta Díaz.
“Yo también he sido víctima de robos y sé lo que es luchar día a día para sobrevivir”, afirmó, revelando que vive en una carpa y ha pasado por situaciones similares.
La comunidad se ha volcado en apoyo a Juan Díaz, agradecida por el gesto heroico de Gerardo, pero también preocupada por la inseguridad que enfrentan los vendedores ambulantes en las calles de Los Ángeles.
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