La salida anunciada de Cuba de figuras “populares” como Laritza Bacallao y Manolín “El Médico de la Salsa” parece estar alineada con un refrán que encierra sabiduría popular: “cuando el barco se hunde, las ratas saltan”.
Ambos artistas, con carreras marcadas por sus actitudes controvertidas, han decidido buscar nuevos horizontes en España, en medio de la profunda crisis económica y social que azota la Isla.
Laritza Bacallao: Entre el silencio y el discurso distorsionado
Laritza Bacallao, una de las voces conocidas de la música cubana contemporánea, gracias básicamente a dos canciones – Qué suenen los tambores y Ya te Olvidé -ha sido una artista constantemente vinculada a eventos políticos organizados por el gobierno cubano.
Su participación en homenajes a figuras como Fidel Castro, cantatas a los aniversarios de los CDR, MININT, etc., así como su presencia en numerosos actos oficiales, ha generado críticas, especialmente en el exilio cubano, donde se la percibe como una herramienta del régimen.
Bacallao, mujer y negra, ha sido acusada de ignorar temas fundamentales que afectan a su género y raza, como la violencia de género y el racismo institucionalizado en Cuba. A pesar de su posición, nunca ha hecho un pronunciamiento al respecto, manteniendo un silencio que resuena en aquellos que esperan mayor empatía de figuras públicas influyentes en temas, cuyos dolores deberían serles afines.
Uno de los momentos más controvertidos para Bacallao ocurrió recientemente cuando apareció en un video publicado por la embajada de Estados Unidos en La Habana, con motivo del Black History Month.
En el video, Bacallao describió la llegada de africanos a Cuba como un momento de celebración, minimizando la realidad histórica de la esclavitud y pintando un cuadro de felicidad en torno a la música y la danza que “trajeron” los africanos. Este enfoque ahistórico fue severamente criticado, ya que omitía el horror de la esclavitud y disfrazaba una tragedia como una fiesta cultural, pero… ¿qué puede esperarse de ella? Poco. O más bien, nada.
Presuntamente debido a las críticas, el post fue removido y cambiado por este otro.
Bacallao, ahora dicen que establecida “temporalmente” en Madrid, parece seguir los pasos de muchos artistas cubanos que han decidido emigrar.
A pesar de las críticas, la cantante sigue activa en su carrera y participando en eventos internacionales.
Recientemente apareció en España en un Festival por el Orgullo Gay aunque ella, en Cuba, jamás ha dicho una palabra a favor de la comunidad LGBTQI+. ¿Por qué? Pues porque en Cuba no le pagarían por eso, pero en España sí.
Su fuerte vínculo con el régimen cubano y su rol como una de las caras visibles de la “prosperidad” de la comunidad negra en Cuba, según el Ministerio de Cultura, es un estigma que le será difícil sacudirse, aunque decida no vivir “temporalmente”, sino para siempre en España.
Habrá que ver ahora cómo la reciben y entrevistan, las “entrevistadoras culturales” que en Madrid residen, las cuales suelen entrevistar a cuánto petardo de artista semicomunista se aparece allí y hacerle pregunticas envueltas en papel de seda.
En una de esas dizque entrevistas, hechas por una de las “entrevistadoras culturales” de Madrid, el periodista Siro Cuartel le comentó:
“Nunca dijo nada por la comunidad en Cuba. Ni fue a la marcha cuando prohibieron la conga LGTB. Ni cuando los arrestos y maltrato ese mismo día. La sororidad x las mujeres y la gente de su raza es nula. Ni ji dijo con lo sucedido recientemente con Daymé Arocena. Pero para sacarle el dinero , pa eso si sirve. Esta sin dudas, es la artista más descará de toda Cuba. Lo de ella es el billete. Y todavía hay gente q hace noticias de ella y pone fotos de ella pa ganarse 4 likes. Y ahí está ella, cantándole a los gays en España y con Drag queens: la cara de tabla de Laritza Bacallao.”
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Manolín: Un regreso ambiguo
Manolín “El Médico de la Salsa” es otra de las figuras que han optado por establecerse nuevamente en España.
Su relación con Cuba ha estado marcada por la controversia desde hace décadas. Después de alcanzar el éxito en los años 90 con su música timba, cuando cobraba hasta $3 mil dólares y más por cantar en bodas y quinces particulares, Manolín fue censurado y prohibido en medios de comunicación cubanos por más de 20 años, en gran parte debido a sus críticas a la censura del gobierno.
De Cuba se marchó para España, donde no pegó; y de España para Miami, donde no solo no pegó, sino que tampoco encajó.
En el año 2014 decidió regresar a la Isla, lo que sorprendió a muchos que lo veían incluso, a pesar de todo el vaivén y declaraciones “controversiales” – más bien personales – como una figura crítica del régimen.
Aunque Manolín ha criticado tanto al régimen cubano como a Miami, describiendo a la ciudad como una “aberración” y argumentando que los cubanos del exilio han perdido el rumbo en su lucha, su regreso a España en 2024 parece estar motivado más por razones económicas que políticas.
Manolín ha afirmado que “a Cuba no renunciaré nunca”, pero la crisis en la Isla lo llevó a trasladar su residencia nuevamente a Europa. Este constante vaivén entre países ha hecho que muchos cuestionen sus verdaderas intenciones, ya que, a pesar de su crítica constante tanto a Miami como al régimen cubano, parece acomodarse según las circunstancias; como si fuese un corcho en el mar.
España: El nuevo refugio
El traslado de Bacallao y Manolín a España no es un caso aislado.
En los últimos años, numerosos artistas cubanos han optado por establecerse en Europa, específicamente en Madrid y Barcelona, en busca de mejores condiciones de vida y oportunidades laborales. Entre ellos tenemos los casos recientes de Robertico Carcassés y Renecito de la Cruz. Y también de Héctor Noas.
La crisis en Cuba, agudizada por la pandemia y la crisis económica global, ha llevado a que la emigración artística se convierta en una tendencia creciente. Para muchos, el cambio de residencia de estos artistas es visto como una confirmación de que el sistema cultural cubano está colapsando.
Mientras Bacallao y Manolín buscan rehacer sus carreras lejos de la crisis que asola su país, sus legados en Cuba seguirán marcados por sus posturas políticas y su relación con el régimen.
Ambos artistas representan, de diferentes maneras, un sistema cultural que los apoyó cuando fue conveniente y del cual ahora se distancian, dejando atrás un país en ruinas y a una audiencia que se siente traicionada por su aparente falta de compromiso con las causas sociales y políticas que afectan a los más vulnerables en Cuba.