Suzanne Lopez, hija de inmigrantes cubanos, ha forjado una destacada carrera en el Ballet de Chicago, donde lleva 17 años siendo una figura clave.
Ingresó a la escuela de la prestigiosa compañía a los 12 años, y con el tiempo se unió al cuerpo de baile estable.
Actualmente, la hija de inmigrantes cubanos, dirige la Academia de Baile de Joffrey, encargándose de formar a las futuras generaciones de bailarines.
Desde sus inicios, Lopez no dudó de su pasión por el baile, y su dedicación se ha visto fortalecida por el apoyo incondicional de sus padres.
El Ballet de Chicago, conocido por su diversidad, ha sido un lugar donde Suzanne ha podido desarrollar plenamente su carrera. Para ella, la apertura cultural y la inclusión de personas de diferentes orígenes han sido esenciales para su crecimiento profesional.
En una reciente entrevista con ABC Chicago, en el marco de la celebración de personas hispanas que destacan en sus comunidades, Lopez habló sobre la influencia de su origen cubano en su trayectoria. Comentó que en la cultura cubana, el baile es parte integral de la vida cotidiana, y esa conexión le permitió ver una carrera en el ballet como algo posible.
“Promover esta visión ha sido clave en mi carrera”, aseguró.
Lopez también destacó el papel que jugaron sus padres en su amor por la danza, llevándola a su primer ballet a los cinco años. A pesar de su entusiasmo, nunca fue presionada para seguir esa carrera, sino que el apoyo familiar siempre fue una constante.
“Ellos nunca me preguntaron si iba a ser bailarina; simplemente me apoyaban”, comentó.
Como directora de la Academia de Joffrey, continúa su compromiso con la diversidad y la accesibilidad.
Su misión es que la academia refleje la diversidad de la ciudad de Chicago y sus alrededores. Para lograrlo, junto con el Departamento de Comunicación Comunitaria, han implementado iniciativas para atraer jóvenes talentos de las escuelas públicas y expandir su presencia a zonas del sur de la ciudad.
Además, ofrecen becas y programas financieros para garantizar que todos, independientemente de su situación económica, puedan acceder a la danza.
“Mi sueño es que el baile y las artes sean parte de la vida de todos. Mi misión y la de la Academia Joffrey es hacer que eso sea posible”, afirmó la hija de inmigrantes cubanos.
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Redacción Cubanos por el Mundo