Antonio Sanzo y su esposa Madelaine Rita Castañeda, conforman un matrimonio cubano que, al igual que muchos, salieron de Cuba, en busca de mejores oportunidades que les brinde una mejor calidad de vida, posibilidades que no todos tienen en la isla.
La pareja salió de la isla secuestrada por el régimen cubano hace ocho años, siendo su destino Tenerife, España, dónde se establecieron por cinco años, estando estos últimos tres residenciados en Asturias, dado que su familia es descendiente de la comunidad.
Encontraron un trabajo y vivienda al norte de España, sin embargo, la pareja no se siente cómoda viviendo en ciudades grandes, por lo que empezaron a buscar pueblos a dónde mudarse, fue entonces cuando conocieron el ‘Proyecto Arraigo’.
Al principio las dudas sobre su veracidad salieron, ante las ofertas que este mostraba, aunque el miedo quizás de fracasar estaba presente, ambos tomaron la decisión de apostar a un nuevo cambio de vida, de una vez, se pusieron en contacto con Miguel Chavarria, director del Proyecto Arraigo en la provincia de Cuenca, quién los ha guiado en todo este proceso.
La pareja cubana manifestó su agradecimiento a Chavarría, por su ayuda con los trámites y el proceso de mudanza a Cuenca, reseñaron medios locales de la nación europea.
En este matrimonio cubano, ambos son profesionales Jorge es médico veterinario y epidemiólogo y Madelaine es licenciada en contabilidad y finanzas, por lo que su formación académica fue clave en la elección del pueblo conquense al que se mudarían, ya que desde el Proyecto Arraigo, le colocaron sobre la mesa opciones de trabajo de las cuales la pareja eligió aquella donde pudieran poner en práctica sus conocimientos.
Eligieron el pueblo rural Villar de Domingo García, dónde están encargados de una finca en la que el señor Jorge es responsable de cuidar a todos los animales.
Luego de varias reuniones, Jorge y Madelaine se mudaron el 19 de julio y tres días después empezaron sus oficios de labor.
Otro de los motivos por lo que la pareja decidió mudarse a Cuenca es porque acortaron la distancia con el resto de su familia, ya que una de sus hijas vive en Benidorm y la hermana de Jorge reside en Almería.
Ante esto, la pareja expresó: “Antes estábamos a 1.000 kilómetros de distancia y ahora a 350, es un gran paso para nosotros”.
Asimismo, estos cubanos han mostrado su alegría, ya que en el pueblo los han acogido muy bien, recalcando que aun cuando en su mayoría las personas son mayores, siempre le tienden la mano.
Además, el matrimonio cubano agregó que le ha gustado tanto la experiencia que han animado a más personas a mudarse a Cuenca, y la receptividad ha sido positiva, ya que hay familias que han mantenido las primeras reuniones con los técnicos del Proyecto Arraigo.
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Redacción Cubanos por el Mundo
