La cubana Odaysi, junto a su esposo Robert y sus tres hijos, dejó La Habana para comenzar una nueva vida en Villameriel, un pequeño pueblo de la provincia de Palencia con apenas 111 habitantes.
La familia se acogió a la Ley de Memoria Democrática, también conocida como la “ley de nietos”, que permite a personas extranjeras con ascendencia española obtener la ciudadanía.
En mayo de 2024, la cubana y su familia, llegaron al pueblo con la esperanza de ofrecer mejores oportunidades a sus hijos, de 16, 12 y 7 años, en un país con mayores perspectivas para el futuro.
Robert trabajaba como docente y administrativo, y Odaysi en la empresa de correos, pero en la isla, los ingresos son insuficientes para tener calidad de vida, por este motivo, la pareja decidió salir de Cuba, buscando un mejor porvenir para sus hijos.
“En España las oportunidades para los niños son mucho más favorables”, comentó Robert en una entrevista telefónica con la prensa local, en la que también destacó que, aunque la adaptación fue difícil al principio, sus hijos ya se han integrado en la vida rural.
Villameriel, con una población envejecida y solo ocho niños, ha sido testigo del esfuerzo de esta familia por establecerse.
Robert y Odaysi gestionan el bar del pueblo, mientras que ella también se dedica al cuidado de ancianos.
Aunque extrañan las costumbres cubanas, están agradecidos por la calidez con la que fueron recibidos por los vecinos del pueblo, lo que ha fortalecido su decisión de quedarse permanentemente.
La familia cubana, forma parte de un grupo de 55 familias latinoamericanas que, en el último año, se han mudado a pueblos de la España vacía, gracias al proyecto Arraigo Internacional.
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Redacción Cubanos por el Mundo
