En octubre, las bodegas de Santiago de Cuba enfrentan una grave escasez de productos básicos, lo que mantiene a la población en descontento.
Las autoridades comunistas locales anunciaron la llegada de un cargamento de pollo, pero como de costumbre, los cuidadanos no pueden comprar la cantidad necesaria para satisfacer sus necesidades.
La cantidad distribuida bajo el sistema de la libreta de racionamiento será muy limitada: solo 345 gramos por persona en los municipios y una libra en la ciudad de Santiago. Adicional a esto, la falta de balanzas digitales dificulta el pesaje preciso, lo que podría afectar la cantidad real recibida por los consumidores.
Además del pollo, otros productos esenciales como el café, azúcar, aceite y pasta dental no estarán disponibles durante el mes de octubre.
Las entregas esporádicas de aceite han sido insuficientes, y la falta de productos que hay en el país, sigue impulsando la venta ilegal en las calles.
Además de los alimentos, en Cuba también se reporta escasez de jabón, lo que deja a muchas familias sin acceso a artículos de higiene básica.