El activista cubano, Adelth Bonne Gamboa, compartió su angustia en redes sociales tras sufrir muchísimas horas de tortura al estar sin electricidad debido al colapso del precario Sistema Eléctrico en la isla comunista.
Este prolongado apagón no solo ha afectado su bienestar, sino que también ha tenido un impacto severo en su suministro de alimentos, provocando la pérdida de su comida refrigerada.
Bonne comentó que, para colmo de males, mientras lidia con la falta de energía, ha tenido que enfrentarse a la intimidación constante de las autoridades, que estacionan patrullas frente a su casa cada hora.
“Hola, 52 horas de apagón y aún no llega, toda mi comida se pudrió, no tengo un nervio sano, cada una hora pasa una patrulla por mi casa, se parquea y suena la sirena, mis vecinos me avisan corriendo, ellos han estado al pendiente, pero yo desde mi casa los escucho”, escribió.
En su mensaje, Bonne expresó su preocupación por el estrés mental y emocional que esta situación le ha causado. “Solo pienso en que mi batería se acaba, mis nervios se acaban y, sobre todo, no sé cómo voy a reponer toda mi pérdida”, agregó.
A pesar de que el régimen anunció un restablecimiento gradual del servicio eléctrico en la capital de la isla, los residentes aún se sienten desamparados.
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Hasta el medio día del domingo, apenas una treintena de circuitos había recuperado la energía, entre ellas zonas de San Miguel del Padrón, Cotorro, Boyeros y Guanabacoa.
Como este activista cubano, son miles de personas las que atraviesan una situación similar, y mientras tanto, al puesto a dedo Díaz-Canel no se le ocurre otra cosa que inventar excusas como el supuesto “bloqueo” y amenazar a quienes salgan a las calles para reclamar por el infierno que se sufre.
Redacción de Cubanos por el Mundo
