La ineficiencia de las autoridades comunistas locales y la falta de preparación de las Fuerzas Armadas en Guantánamo, mantienen a cientos de personas en estado de incertidumbre y aislamiento, a cuatro días de que el huracán Oscar tocara la región nororiental de la isla.
La situación es crítica en municipios como Imías y San Antonio del Sur, donde el saldo de víctimas y daños continúa siendo incierto debido a la negligencia del régimen castrista, según las denuncias de residentes y testigos.
El cineasta Daniel Ross Diéguez, originario de Guantánamo, relató en sus redes sociales el caos experimentado por sus habitantes tras el desbordamiento de la presa Los Asientos. Según Ross Diéguez, el Consejo de Defensa local no se activó a tiempo, y la falta de comunicación y apoyo impidió una evacuación efectiva.
“La gente no supo lo que pasaba, no entendían la magnitud de la catástrofe”, señaló en un mensaje que se ha hecho viral en las redes.
En el municipio de Imías, aún incomunicado, la única forma de confirmar el estado de los habitantes es a través de listas de papel escritas por aquellos que logran salir caminando hacia áreas menos afectadas.
“Hacen notas con los nombres de los que están a salvo y los mandan con alguien”, explicó Ross Diéguez en un audio difundido por sus contactos. Según el último recuento, al menos 76 personas siguen desaparecidas en los municipios costeros de San Antonio del Sur e Imías, aunque la cifra podría ser mayor.
La improvisación ha marcado la respuesta de la dictadura ante la emergencia. Según Ross Diéguez, aunque las Fuerzas Armadas intentaron usar helicópteros para llevar alimentos a las zonas más golpeadas, la distribución ha sido desorganizada y caótica. Alimentos almacenados se perdieron debido a la falta de logística para distribuirlos a tiempo, agravando la situación en comunidades que ya enfrentan una severa escasez.
El desastre no solo ha impactado la vida humana, sino también la economía agrícola de la región. Según el diario oficialista Venceremos, la producción en los municipios de Maisí y Baracoa se ha visto devastada, con pérdidas significativas en cultivos de café, plátano y cacao, entre otros.
Las autoridades estiman que más del 70% de las plantaciones de plátano y miles de hectáreas de cacao y café fueron afectadas, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y la economía local.
En respuesta a la crisis, el Banco Central de Cuba habilitó cuentas para donaciones a los damnificados, instando a la población a realizar transferencias en pesos, pero los antillanos no tienen suficientes ingresos para sacar adelnate a su propia familia, por lo que es muy dificil que pudieran aportar dinero para ayudar al pueblo, lo que le corresponde al régimen.
Durante una visita oficial a San Antonio del Sur, el puesto a dedo de Cuba, Miguel Díaz-Canel escuchó las quejas de un habitante que relató la angustia vivida durante la tormenta, pero no les ofrece soluciones.
“Nos dejaron solos, sin ningún equipo para evacuar”, le dijo el ciudadano.
A esta queja se suman las de los demás habitantes de Guantánamo que aseguran que si hubiesen tenido previsión, pudieron haber evitado la pérdida de muchas vidas.
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Redacción Cubanos por el Mundo