En Coral Gables, Miami, la tranquila rutina del “Dora’s Bakery and Bistro” se vio interrumpida por un insólito robo.
Ana Crolla, la dueña del local, recibió la alarmante noticia de que la policía había llegado tras un incidente en su panadería.

Al llegar al establecimiento, se encontró con un panorama tanto desolador como insólito: la puerta destrozada y el desorden generado por un ladrón que, inesperadamente, se llevó algo inesperado.
El antisocial, utilizando una piedra, rompió la entrada en su intento de acceder a la caja registradora. Sin embargo, tras varios minutos de búsqueda infructuosa, se dio cuenta de que su misión había fracasado.
En un giro inesperado, decidió llevarse una simple lata de Pepsi del refrigerador cerca de la puerta antes de huir.
Ana reflexionó sobre lo ocurrido con una mezcla de incredulidad y tristeza. “Solo se llevó una Pepsi”, comentó, aliviada de que el robo no haya sido más grave, pero aún preocupada por los daños.
El cristal roto implicaba costos significativos y complicaciones logísticas, además de la pérdida de pedidos que se habían visto afectados por el desorden.
“Es muy malo, muy triste, porque aquí somos cinco personas trabajando muy duro para dar servicio a nuestra comunidad libre de gluten”, añadió.

Ahora, con la intención de mejorar la seguridad, Ana está considerando instalar un sistema de alarma para proteger su negocio. La experiencia la ha dejado inquieta, con el deseo de que no vuelva a suceder algo similar.
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Entretanto, la policía de Miami instó a la comunidad a que, si alguien tiene información sobre el incidente, se comunique con ellos.
Mientras tanto, la dueña del local se esfuerza por restaurar la calma en su panadería y continuar ofreciendo su servicio a la comunidad, superando los estragos de un día que nunca imaginó vivir.
Redacción de Cubanos por el Mundo