Un habitante de Miami, Terry Meach, y ladrón de bancos en serie del sur de Florida, sorprendió a las autoridades judiciales al pedir voluntariamente la pena máxima durante su audiencia de sentencia en Fort Lauderdale.
A diferencia de la mayoría de los acusados, Meach no solicitó clemencia. En lugar de eso, escribió una carta en la que pedía explícitamente una sentencia larga, afirmando que prefiere la vida en prisión.
“Me gusta estar en prisión”, declaró Meach en su carta al juez Rodney Smith, quien preside el caso.
“Por favor, ¿podría considerar darme el máximo o el mayor tiempo posible para que pueda volver a mi vida normal en un entorno controlado?”.
Para Meach, la vida en la cárcel representa estabilidad y seguridad. “La prisión me protege de mi propia autodestrucción y mantiene a la comunidad exterior más segura”, explicó en su misiva.
A pesar de esta petición, Smith sentenció a Meach a 20 años de prisión, el máximo permitido para un solo cargo de robo a un banco.
Con un historial delictivo que se remonta a más de una década, Meach tiene antecedentes por múltiples asaltos bancarios. En 2012, fue encarcelado por robos en dos sucursales de bancos en Miami y Fort Lauderdale.
Tras su liberación en 2016, Meach reincidió apenas diez días después, robando otro banco en Doral, lo cual le valió una sentencia de ocho años y tres meses. Este año, solo dos semanas después de su última liberación, Meach volvió a caer en el mismo patrón delictivo, asaltando una sucursal bancaria en Hollywood, Florida, de donde se llevó $2,419 en efectivo.
Meach afirma que su estilo de vida en prisión le proporciona un sentido de pertenencia y orden que no encuentra en el exterior.
“Sé distinguir el bien del mal y no estoy loco en absoluto. Simplemente me conozco mejor que nadie”, aseguró en su carta.
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Redacción Cubanos por el Mundo
