La visita de Lazo y la psicóloga millonaria a China, en medio de las recientes cancelaciones de acuerdos comerciales y las críticas por la falta de reformas económicas en Cuba, es una maniobra superficial que busca beneficios inmediatos sin abordar las causas profundas de la crisis económica que enfrenta la isla.
¿Se habrá pagado ella misma otra vez el viajecito?
La reciente visita oficial de Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, a China, ha suscitado críticas y escepticismo. Acompañado por Susely Morfa González, conocida por todos los cubanos como la “psicóloga millonaria”, esta gira a China sin dudas es una especie de “excursión turístico-jinetera”, especialmente en el contexto de las recientes tensiones económicas entre ambos países.
Lazo es, tal vez, la pieza más “interesante” que tiene el régimen cubano a la hora de mandar a alguien al extranjero – especialmente a África – a pedir algo. Su imponente figura, raza y jerarquía le hace creer al mundo entero que es posible que un negro, en un país fuera de África, pueda ostentar un alto cargo político; y en el caso cubano habla de la “transformación” hecha en Cuba, desde 1959 para eliminar el racismo, cuando en realidad Cuba sigue siendo un país racista. Sobre todo en su élite, y si no pregúntenle a Abel Prieto y a Miguel Barnet.
China, uno de los principales socios comerciales de Cuba, ha decidido cancelar acuerdos clave, incluyendo la compra anual de 400.000 toneladas de azúcar, debido a la falta de reformas económicas significativas en la isla y a las deudas impagas acumuladas por el gobierno cubano.
Esta decisión refleja la creciente frustración de Pekín ante la inacción de La Habana en implementar cambios estructurales que impulsen su economía y Lazo parece haber sido enviado a aplacar la tormenta, luego de que Raúl Castro – o un doble – saliera de su cueva a recibir en La Habana al más alto mandatario chino, que fue de visita a las Américas.
La presencia de Susely Morfa en la delegación cubana sin dudas genera controversia.
Morfa, quien ganó notoriedad en 2015 durante la VII Cumbre de las Américas en Panamá al afirmar que había financiado su viaje con su salario de psicóloga, lo que le valió el apodo de “psicóloga millonaria”, ha sido criticada por su falta de transparencia y por representar una élite desconectada de la realidad económica que enfrenta la mayoría de los cubanos. También por su estilo baboso y por… ser mujer.
La gira de Lazo y Morfa por China, que incluye reuniones con líderes del Partido Comunista Chino y visitas a lugares de interés socioeconómico y cultural, ha sido vista por algunos analistas como un intento de “jineterismo diplomático”, buscando obtener beneficios económicos sin abordar las reformas necesarias ni saldar las deudas pendientes.
La falta de sinceridad de ambos, interesados en perpetuar una dependencia económica sin comprometerse a cambios estructurales, sin pagar todo lo que deben, es más que notoria.
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