La Casa del Caribe, una institución vinculada al Ministerio de Cultura en Santiago de Cuba – es decir, con el régimen castrista – ha iniciado una serie de ceremonias afrocubanas, argumentando que su intención es “calmar las malas energías” que estarían afectando al país.
En un contexto de crisis tras los dos fuertes sismos que sacudieron el pasado domingo, el organismo oficialista busca, a través de los rituales espirituales, ofrecer un “alivio simbólico” a la población, especialmente a los habitantes de Santiago de Cuba.

A través de un comunicado en redes sociales, la institución informó que estos rituales han sido organizados dentro del complejo Osha-Ifa y están liderados por el babalawo Juan Martén Portuondo, conocido como Irete Anza, presidente de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba en la región.
“Con el ánimo de contrarrestar las malas energías que pudieran estar incidiendo en el país, fundamentalmente a consecuencia de los fenómenos climatológicos y otros (…) se vienen sucediendo ceremonias y rituales dentro del complejo Osha- Ifa lideradas por el babalawo Juan Marten Portuondo, Irete Anza ( presidente de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba en Santiago de Cuba)”, se lee en la publicación.
Las imágenes publicadas muestran diversas prácticas religiosas, incluyendo una ceremonia de “alimentación a la tierra” y un rezo denominado oriqui, dirigido a Iwori Ogbe, para invocar protección contra desastres naturales y tormentas.
Aunque la Casa del Caribe presentó esta actividad como un acto de solidaridad y tradición cultural, muchos fueron los que señalaron el cinismo detrás de estas ceremonias.
Vale subrayar que, durante casi siete décadas, el régimen castrista ha reprimido manifestaciones religiosas en Cuba, así como también ha mantenido bajo vigilancia a líderes espirituales.
Un claro ejemplo de ello es el sacerdote yoruba Loreto Hernández, secuestrado por su participación en las protestas del 11J de 2021.
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Ahora, en un giro que algunos consideran hasta hipócrita, la dictadura utiliza estas ceremonias para tratar de calmar a la población y mostrar un aparente respeto por la espiritualidad que históricamente reprimió.
En resumidas cuentas, su principal misión con esto es desviar la atención de los cubanos de lo verdaderamente importante.
Redacción de Cubanos por el Mundo