Un operativo de las autoridades en el sur de Texas resultó en la detención de 154 migrantes, entre ellos varios cubanos, aunque no se especificó la cantidad exacta.
Los detenidos provenían de diversos países de América Latina, como Ecuador, Honduras, Guatemala, Brasil, Nicaragua, Venezuela y República Dominicana.
Además, se reportó la presencia de seis migrantes de Afganistán, quienes fueron considerados de “interés especial” debido a su situación.

A pesar de las opciones legales disponibles, como el ‘parole’ humanitario y la aplicación CBP One, muchos migrantes continúan cruzando la frontera de manera ilegal.
Las difíciles condiciones económicas y la violencia en sus países de origen (principalmente para los cubanos, venezolanos y nicaragüenses) siguen siendo factores determinantes que impulsan la migración.
El costo humano de este fenómeno es alarmante. En los últimos diez años, se han registrado al menos 4.865 muertes de migrantes en la frontera sur de EE. UU., la mayoría de ellas por ahogamiento en el río Bravo. A esta cifra se suman otras 2.247 muertes en territorio mexicano, algunas de ellas producto de la violencia.
Los migrantes que logran cruzar la frontera y llegar al norte de México enfrentan aún más obstáculos debido a las nuevas leyes migratorias en EE. UU., ya que estados como Texas y Arizona han implementado normativas que otorgan a la policía local la autoridad para arrestar y deportar a aquellos sin papeles.
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La crisis migratoria sigue siendo un tema candente, especialmente en Cuba, donde la grave crisis económica ha llevado a más de 860,000 cubanos a emigrar hacia Estados Unidos en los últimos cuatro años.
¿Y cómo no? En la isla comunista, las calamidades como pobreza, delincuencia, falta de medicamentos y pare de contar, se hace cada vez peor, con un régimen que, para colmo de males, se burla de ello.
Redacción de Cubanos por el Mundo