En la víspera del Día de Acción de Gracias, Donald Trump y Mark Zuckerberg cenaron juntos en Mar-a-Lago, el exclusivo club del próximo presidente de Estados Unidos.
La reunión, que llamó la atención por su inusual contexto, se dio en un momento clave de la política estadounidense y en medio de tensiones previas entre ambos.
Según reportes locales, El CEO de Meta se sentó con Trump en un intento de reforzar su apoyo hacia los planes económicos del próximo mandatario, al tiempo que buscaba mejorar la percepción de su empresa ante la derecha política.
Como se recordará, la relación entre ambos había sido tensa desde el ataque al Capitolio en 2021, que resultó en la expulsión de Donald Trump de Facebook, aunque su cuenta fue restaurada a principios de 2023, marcando un punto de inflexión en su interacción.
Aunque Zuckerberg no ha respaldado públicamente a ningún candidato para las elecciones de 2024, su postura se ha suavizado.
De hecho, el magnate de Meta elogió la respuesta del electo presidente al intento de asesinato que sufrió.
A pesar de este cambio, la relación sigue siendo algo compleja. Trump, quien en el pasado había arremetido contra Zuckerberg en las redes sociales, especialmente con su apodo “ZUCKERBUCKS”, no había dejado de criticar al CEO de Meta hasta hace poco.
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No obstante, ambos parecen haber encontrado un terreno común en lo económico y en el ámbito político, donde la influencia de otra figuras como Elon Musk se vuelve cada vez más relevante.
En ese sentido, el encuentro se produce en un contexto más amplio de creciente apoyo a Donald Trump por parte de empresarios influyentes, precisamente como Musk.
El propietario de X, la competencia de Meta, ha canalizado 200 millones de dólares a su comité de acción política y lidera un panel asesor en su administración, lo que añade una capa de complejidad a las alianzas políticas.
Redacción de Cubanos por el Mundo