El tribunal en Camagüey impuso una pena de 19 años de cárcel a un recluso por intentar introducir una sustancia ilegal dentro de un centro penitenciario.
El recluso, quien aún cumplía una condena por un delito anterior, fue arrestado al regresar de un permiso temporal, cuando las autoridades descubrieron que transportaba 27 envoltorios de un cannabinoide sintético, conocido en Cuba como “el químico”.
Por si fuera poco, junto a eso llevaba dos cigarros elaborados con la misma droga.
Se estima que la cantidad incautada era suficiente para preparar hasta 54 dosis, cuyo valor en el mercado ilícito podría superar los 18,000 pesos cubanos.
Este suceso llevó a la Corte de Camagüey a dictar una sentencia severa, considerando tanto el delito reciente como el tiempo restante de su condena anterior.
Además de la pena de prisión, el tribunal determinó otras sanciones como la confiscación de la droga y la prohibición de que el reo salga del país durante su sentencia.
El juicio se celebró públicamente, y según la prensa del régimen castrista, “respetando los procesos legales establecidos en la Constitución y las leyes penales cubanas”.
Es importante subrayar que, haciendo gala de su hermetismo, las autoridades del régimen castrista no revelaron el nombre del acusado, quien ahora ya sabrá que no saldrá de las celdas en 2026 (por su anterior) condena, sino que, ahora, estará muchísimo tiempo más en la cárcel… o al menos, eso espera la ciudadanía.
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El consumo de “el químico” ha ido en aumento entre los jóvenes cubanos, lo que ha causado gran preocupación en la sociedad.
Aunque la dictadura afirme estar combatiendo este tipo de actividad ilícita, lo cierto es que la sustancia sigue llenando las calles del país.
Redacción de Cubanos por el Mundo
