La bahía de La Habana fue testigo de la llegada de la central flotante Cankuthan Bey, una instalación turca con capacidad para generar 80 MW, alquilada a la empresa Karpowership y que solo prolongará la agonía eléctrica.
Su incorporación busca mitigar los apagones que afectan a la población, aunque no solventará el déficit energético diario, estimado entre 1.000 y 1.500 MW, según la Unión Eléctrica de Cuba (UNE).
Esto es “una patada de ahogado” del régimen comunista que no tiene la capacidad de solventar los problemas eléctricos de la isla por la falta de mantenimiento del sistema eléctrico.
El Cankuthan Bey, de 85 metros de largo y 40 de ancho, forma parte de una flota de cinco centrales flotantes que operan en Cuba desde 2019.
Tres están ancladas en la capital, mientras que las otras dos están ubicadas en Mariel y Santiago de Cuba. Esta nueva instalación, procedente de Panamá, lleva el nombre de un ingeniero de Karpowership, siguiendo la tradición de la empresa de homenajear a sus trabajadores.
A pesar de la urgencia energética, los costos asociados al alquiler de estas centrales flotantes permanecen en secreto.
En otros países, como Ecuador y República Dominicana, contratos similares han tenido un precio elevado, influido por los altos costos del combustible necesario para su operación.
La llegada de esta patana ocurre en medio de una grave crisis en el Sistema Electroenergético Nacional (SEN), que enfrenta averías frecuentes en las termoeléctricas y problemas de generación distribuida.
El SEN sufre además de problemas estructurales, una limitada producción de petróleo nacional y una dependencia de recursos externos, factores que han generado un descontento de los cubanos que padecen por los apagones.
TE PUEDE INTERESAR: #NoTravelToCuba Jejenes hacen insoportable la vida a los turistas rusos
Redacción Cubanos por el Mundo
