El Hospital Provincial Saturnino Lora, de Santiago de Cuba, enfrenta una crisis que refleja la difícil situación del sistema de salud en la isla, todo por culpa de la dictadura castrista.
Con más de 60 años de existencia, este centro médico, clave para la atención de emergencias y cirugías complejas, muestra signos evidentes de abandono.
A pesar de ser la instalación más importante de la región, su infraestructura está gravemente deteriorada, afectando no solo el confort, sino también la seguridad de los pacientes.
Un reporte de 14ymedio evidencia incluso que, en su unidad quirúrgica, esencial para atender a quienes sufren accidentes de tránsito o enfermedades graves, las condiciones son alarmantes. El estado de las instalaciones es tan crítico que las goteras, las paredes descascaradas y los equipos oxidados se han convertido en una rutina diaria para los pacientes y el personal.
Mientras tanto, las autoridades continúan comunicando que el hospital está en proceso de “reparación capital”, es decir, se siguen burlando del pueblo.
Por supuesto, los avances son mínimos y las mejoras no abordan las condiciones más urgentes de las áreas quirúrgicas ni la falta de insumos médicos.
Los pacientes y médicos de este hospital de Santiago de Cuba han alzado su voz sobre la grave situación y los testimonios también hablan sobre el trato deficiente del personal hacia los pacientes, que reflejan un malestar generalizado.
Los médicos, por su parte, luchan no solo contra la escasez de materiales, sino también contra la presión de turnos extenuantes y salarios bajos. A pesar de sus esfuerzos, muchos sienten que sus sacrificios se ven opacados por las dificultades estructurales y la falta de apoyo.
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El hospital Saturnino Lora no es una excepción en Cuba. Otros centros de salud a lo largo y ancho de la mayor de las Antillas enfrentan problemas similares, con instalaciones deterioradas y personal médico agotado.
Pero el régimen, en lugar de arreglar esta situación, sigue enfocándose en la atracción de turistas para llenar sus bolsillos, aunque incluso en ello también estén fallando notoriamente.
Redacción de Cubanos por el Mundo
