Jimmy Carter, quien llegó a ser el presidente de los Estados Unidos número 39, falleció a los 100 años, dejando un legado y ocasionando que el mundo entero lo despidiera con sentidas palabras.
Nacido en 1924 en Plains, Georgia, Carter pasó de trabajar en los campos de maní de su familia a ocupar la Casa Blanca.
Su vida estuvo marcada por el esfuerzo, la fe y un compromiso inquebrantable con los valores que defendió tanto en la política como en la vida cotidiana.
Carter inició su educación en condiciones humildes, en una comunidad rural sin acceso a electricidad hasta 1938. Durante su juventud, mostró una ética de trabajo excepcional, cultivando maní y administrando un negocio propio mientras se destacaba como estudiante.
Su amor por el aprendizaje lo llevó a estudiar en la Academia Naval, donde conoció a Rosalynn Smith, con quien compartió 77 años de matrimonio y formó una familia de cuatro hijos.
Después de servir en la Marina durante nueve años, regresó a Plains para dirigir el negocio familiar tras la muerte de su padre. En esa etapa, se destacó como un líder comunitario y defendió la integración escolar, enfrentándose a las tensiones raciales de la época.
Este compromiso con la justicia social lo impulsó a una carrera política que lo llevó al Senado estatal y, posteriormente, a la gobernación de Georgia en 1970, donde abogó por la igualdad racial y redujo la burocracia estatal.
En 1976, Jimmy Carter llegó a la presidencia en un momento de crisis política tras el escándalo de Watergate. Durante su mandato, enfrentó desafíos económicos y de política exterior, como la crisis de los rehenes en Irán y la recesión económica.
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Tras su derrota electoral en 1980, dedicó el resto de su vida al servicio humanitario. Fundó el Centro Carter, lideró iniciativas de paz en África y Oriente Medio, y trabajó con Habitat for Humanity para construir viviendas en todo el mundo.
Jimmy Carter será recordado por muchos como un hombre de principios, un defensor incansable de los derechos humanos y un modelo de integridad tanto en la política como en la vida cotidiana.
Redacción de Cubanos por el Mundo