La explosión registrada la semana pasada en una planta de asfalto de Sancti Spíritus dejó al descubierto graves deficiencias en los protocolos de seguridad laboral.
Alexey Díaz Salas, un trabajador de 48 años que realizaba un recorrido nocturno, utilizó un artefacto rudimentario como fuente de luz, lo que ocasionó la tragedia.
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Cabe destacar que fue este mismo individuo el que se llevó la peor parte del incidente, y actualmente se encuentra luchando por su vida en el hospital.
El incidente tuvo lugar cuando Díaz, al carecer de una linterna proporcionada por la empresa, encendió un mechón improvisado para iluminarse.
Durante su inspección, el trabajador se acercó a un tanque que contenía una mezcla de combustible conocida como RC, cuya composición incluye nafta, un hidrocarburo altamente volátil.
El contacto entre los gases acumulados y las brasas del mechón generó una explosión que pudo haber causado mayores daños de haberse encontrado el tanque lleno.
Autoridades del Ministerio del Interior descartaron cualquier intencionalidad detrás del hecho y calificaron el suceso como un error humano, sin mencionar la negligencia por parte de la empresa.
Un reporte de 14ymedio señala que, expertos consultados señalaron que este accidente refleja una preocupante falta de medidas de seguridad en el lugar, donde las condiciones laborales no cumplen con los estándares básicos para prevenir tragedias.
En ese sentido, criticaron que no se les facilite equipo seguro como linternas o lámparas diseñadas para ambientes peligrosos. Además, destacaron que el uso de métodos improvisados como el mechón no solo viola normas de seguridad, sino que también expone a los empleados a situaciones de alto peligro.
Por su parte, el jefe de bomberos de Sancti Spíritus, Alexander Ávalos Jorge, explicó que la interacción entre la nafta y el asfalto puede generar vapores inflamables que se acumulan en áreas cerradas, aumentando el riesgo de explosión.
Mientras tanto, Díaz permanece en estado crítico con quemaduras graves y un trauma craneal. A pesar de los cuestionamientos sobre las condiciones laborales, las autoridades determinaron que los daños a la planta, estimados en 23,000 pesos, no impedirán que continúe operando.
Redacción de Cubanos por el Mundo