El músico oficialista Arnaldo Rodríguez y su orquesta “Talismán” lanzaron la canción “Aquí no se rinde nadie”, que romantiza las penurias de los cubanos al decir que ellos no le temen a enfrentar ciclones, apagones y mucho menos a cocinar con leña.
Acompañado por artistas como Mayito Rodríguez y Osdalgia, “glorifica la resistencia del pueblo”, pero la canción ha generado diversas críticas en redes sociales, siendo catalogada como un “bodrio” y una “falta de respeto”.
El lingüista Pedro de Jesús López Acosta la calificó de “aberrante” por trivializar el sufrimiento; mientras que la musicóloga Rosa Marquetti criticó duramente la canción de Arnaldo Rodríguez, señalando que comparar apagones y cocinar con leña con fenómenos naturales como ciclones o sismos es un insulto.
Marquetti afirmó que el apagón y la cocina con leña representan miseria y atraso, resultados de errores humanos y desidia de quienes tienen poder. Rechazó la romantización de un retroceso evidente en el bienestar de los cubanos, calificándolo como un símbolo del fracaso de un proyecto; y lamentó que músicos se prestaran para esta “infamia” y se negó a compartir el video para no promoverlo.
En uno de los comentarios vistos en el post de Rosa, el veterano periodista Wilfredo Cancio expresó:
“Realmente una romantización satánica de la miseria. Que 66 años después la resistencia agónica sea el signo de la cotidianidad y la esperanza, desdicen toda la retórica y los esfuerzos baldíos de décadas de sacrificio de los cubanos de a pie,. Y entre el arte y la propaganda desvergonzada hay una gran diferencia no sólo estética, sino ética”
El periodista que se identifica en las redes como Siro Cuartel, por su parte, dedicó todo un post a explicar el video mediante un análisis pormenorizado del texto y las imágenes, el cual por su importancia reproducimos íntegramente.
“A la espera de que mi agente “Billete Escondido” me diga cuánto le pagaron a Arnaldo Rodríguez por su último videoclip, ese que ha encendido a conocidos y queridos, les traigo una modesta reflexión sobre el mismo.
“Este videoclip y su letra representan un claro ejercicio de propaganda estatal disfrazado de optimismo y resiliencia colectiva, elementos recurrentes en los productos culturales diseñados para perpetuar el discurso oficial en Cuba, al igual que otros videoclips ya vistos en el pasado, en los que Arnaldo ha sido el “Aglutinador en Jefe”, embarcando a más de uno con su lamedura de bota en forma de canción. Arnaldo es el aladid de las canciones a Fidel Castro y los CDR, eso espero que lo sepan.
“La narración central de esta canción de ahora, busca glorificar la pobreza extrema y la falta de soluciones estructurales, con frases como “Cuba se levanta y sueña” o “cocinarse con leña”, transformando condiciones de vida precarias en un supuesto motivo de orgullo nacional, más allá de lo que seguro dirá el del Talismán: “Es que tenía que buscar una palabra que rimara con sueña” (Pudo haber dicho: “Liz es la dueña”, “Déjame tu reseña”, “Yo la tengo pequeña”, “Osdalgia es muy risueña” o “Mayito aún se desempeña”)
“La referencia a la isla como “ave Fénix caribeña” en “tiempos de guerra y paz” refuerza esta narrativa, negando el derecho a una calidad de vida digna al romantizar la adversidad cotidiana como parte de la identidad cubana.
“Las imágenes del videoclip son igualmente problemáticas.
“La escalinata y los obreros de la Unión Eléctrica subiendo una loma simbolizan un esfuerzo colectivo y un progreso que no existe en la realidad. En un contexto de apagones históricos, donde la población sufre fallos constantes del sistema eléctrico nacional (tres este año) estas imágenes se sienten irónicas y desconectadas de la verdad.
“Los jóvenes alegres y felices coloreando, una representación intencionada de esperanza y creatividad, resultan profundamente desconectados de la realidad del país, donde la juventud enfrenta un panorama marcado por la falta de oportunidades, el éxodo masivo y la frustración social. Este recurso visual banaliza las verdaderas preocupaciones de los jóvenes cubanos, proyectando una imagen idealizada que busca encubrir la desesperanza que muchos viven a diario.
“A esto se suma la representación de una cantante, Osdalgia, señalando el mar desde el Malecón, un gesto que debiera aludir en la realidad, no a retar al Norte como simboliza en el verso, sino al reto del exilio masivo hacia Estados Unidos.
“Este intento de proyectar resistencia y desafío ignora el hecho de que miles de cubanos arriesgan sus vidas en balsas para huir de la misma miseria que el régimen intenta disfrazar con optimismo. Y que miles han muerto en ese mismo mar que señala Osdalgia en su “reto”.
“La narrativa del videoclip, reforzada por términos como “soberana” y “mambisa”, intenta posicionar a Cuba como un bastión de independencia y resistencia. Sin embargo, esta representación entra en contradicción con la dependencia económica del país hacia actores internacionales como Venezuela o Rusia, además de la incapacidad de gestionar las crisis internas sin recurrir a la retórica del bloqueo externo.
“La repetición del coro “Aquí no hay marcha atrás” encapsula la visión intransigente del régimen, negando cualquier posibilidad de cambio político o social y reforzando el estancamiento ideológico al que está sometida la isla. No, el estribillo no está dedicado al Cangrejo guardaespaldas.
“La participación de artistas reconocidos como Mayito Rivera, ex Van Van, y Odalgia refuerza esta narrativa propagandística. Al prestarse a proyectos de este tipo, estos músicos se convierten en instrumentos del discurso oficial, posiblemente a cambio de privilegios o visibilidad en los medios controlados por el Estado. Su implicación no solo socava su credibilidad, sino que también los posiciona como cómplices de una estrategia que busca legitimar un sistema opresivo.
“Este videoclip no es un himno de esperanza, como intenta aparentar, sino un claro ejemplo de cómo se romantiza la miseria y se glorifica la falta de derechos básicos en Cuba.
“Mientras las élites gobernantes permanecen inmunes a las penurias que dicen enaltecer, el pueblo cubano enfrenta diariamente las consecuencias de un sistema que se empeña en glorificar su sufrimiento con un optimismo superficial y vacío.“
tomado del perfil de Siro Cuartel