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#NoTravelToCuba Jazz Vilá tendrá pincha en 2025 con los viajecitos a la isla

¿Es ético promover un destino turístico sin considerar las realidades de quienes lo habitan? ¿Hasta qué punto estas iniciativas contribuyen al desarrollo local y no solo al beneficio de operadores y empresas extranjeras? Tal vez Jazz Vilá tenga la respuesta

Jazz Vilá al parecer tendrá trabajito en el 2025
Jazz Vilá junto a Ana de Armas. Foto: Jazz Vila Instagram

Así promociona Jazz Vilá los viajes de Enjoy Travel Group a Cuba

Mientras la industria turística en Cuba enfrenta un declive notable, el operador mayorista Enjoy Travel Group redobla su apuesta por la isla con estrategias que combinan turismo, espectáculo y marketing. Una de las más recientes fue el lanzamiento del reality show Mi Primera Vez, presentado por el actor y dramaturgo cubano Jazz Vilá, quien invitó a influencers y actores españoles a vivir una “experiencia única” en los destinos más icónicos del país.

Vilá, con su estilo característico, protagonizó y todo hasta un video promocional donde afirma:

“Recuerdas cuando miras una foto y dices: ‘esta fue mi primera vez’. Imagina que ahora puedes vivir esa misma sensación con tus ídolos y en el Caribe.” Porque Cuba fue el escenario escogido para estrenar este reality show presentado por Jazz Vilá, con “invitados estelares que van a explorar, descubrir y vivir una experiencia única”. Y claro, él se buscó unos buenos pesos.

Un reality show para atraer turistas a una Cuba en crisis

La campaña, que mezclaba turismo y entretenimiento, buscaba atraer principalmente a turistas españoles y europeos, incautos todos, ofreciéndoles la posibilidad de compartir viaje con figuras reconocidas del entretenimiento en un formato interactivo.

Entre los destinos destacados se encuentran los turísticos “La Habana, Viñales y Varadero”, lugares que serán explorados por los participantes junto a sus ídolos; pero obvio que nunca La Habana “profunda” y “mísera”. Solo la postal de La Habana que vende, la turística, y por la cual Vilá, que siempre fue un gusanote con deseos de irse del país, ahora vendido al bando español por unas pezetaz, intenta promocionar para que sus amos en Cuba se mantengan contentos.

Sin embargo, este enfoque ha generado críticas en redes sociales y entre analistas, quienes señalan con toda la justicia del mundo que el proyecto parece diseñado para promover una imagen superficial de la isla, desconectada de las dificultades cotidianas que enfrenta su población.

Enjoy Travel Group y su apuesta por Cuba

El turoperador español, con más de dos décadas de experiencia en la industria, anunció recientemente que reforzará su presencia en Cuba en 2025, a pesar de la caída estrepitosa del turismo en la isla. Según la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei), en 2024 Cuba recibió poco más de dos millones de visitantes internacionales, un 7,9 % menos que el año anterior.

Aun así, Enjoy Travel Group destacó en su comunicado que su desempeño en 2024 fue “exponencial” y que planea expandir su cartera de productos y servicios en mercados clave como Cuba. Entre sus estrategias se incluyen nuevos vuelos chárter desde Madrid a La Habana y promociones para destinos multidestino que combinan Cuba y México, lo que, según la empresa, “permitirá ofrecer experiencias únicas”.

¿Una realidad maquillada?

El reality Mi Primera Vez y la promoción liderada por Jazz Vilá han sido desde que salieron a la luz objeto de debate.

Mientras algunos ven en este proyecto una manera creativa de revitalizar el turismo en Cuba, otros lo critican por presentar una visión idealizada de la isla. En un país donde la construcción de hoteles y megaproyectos turísticos avanza a pesar de la crisis económica; donde se invierte muchísimo más dinero en hoteles y equipamiento militar para reprimir a los ciudadanos que en educación y salud, muchos consideran que estas campañas desvían la atención de los problemas reales que enfrenta la población cubana.

Al emplear frases como “vive una experiencia única en el Caribe” o “descubre la magia de Cuba con tus ídolos”, la iniciativa apuesta por atraer a un público deseoso de aventuras. Sin embargo, las preguntas persisten: ¿es ético promover un destino turístico sin considerar las realidades de quienes lo habitan? ¿Hasta qué punto estas iniciativas contribuyen al desarrollo local y no solo al beneficio de operadores y empresas extranjeras?

El proyecto liderado por Vilá y Enjoy Travel Group pone estas interrogantes sobre la mesa, dejando abierto un debate que seguramente continuará resonando mientras se buscan soluciones sostenibles y justas para la industria turística cubana.

¿Una postal idílica o una realidad maquillada? La promoción de Cuba por Enjoy Travel Group

Las imágenes promocionales de Enjoy Travel Group sobre Cuba nos muestran un país vibrante, lleno de autos clásicos, playas paradisíacas y una atmósfera alegre que parece sacada de un cuento de hadas.

Turistas sonrientes en paseos por La Habana Vieja, familias disfrutando del Caribe y elegantes modelos posando frente a edificios coloniales restaurados son los protagonistas de esta campaña publicitaria. Sin embargo, este paraíso visual contrasta radicalmente con la realidad cotidiana que enfrentan millones de cubanos.

Estas fotos representan la versión más fotogénica y estilizada de Cuba, diseñada para atraer turistas extranjeros con la promesa de experiencias exóticas y únicas. Los colores vibrantes de los autos, los paisajes idílicos y las sonrisas despreocupadas crean una narrativa que ignora por completo las dificultades económicas y sociales que marcan la vida diaria en la isla.

Y.. no pueden faltar fotos de sus deportistas. Bueno, alguien debería asesorarlos y decirles que, estos dos, hace rato que se fueron del país que ellos promocionan.

¿Qué nos dice esta promoción sobre el turismo en Cuba?

Primero, estas imágenes refuerzan la desconexión entre la industria turística y la población local. El turismo en Cuba se ha convertido en un sector diseñado casi exclusivamente para los visitantes extranjeros, mientras los ciudadanos cubanos tienen acceso limitado a los mismos recursos y servicios. Es fácil imaginar que las sonrisas de los turistas no reflejan las tensiones de un país donde escasean los productos básicos, los apagones son frecuentes y los salarios apenas alcanzan para cubrir necesidades esenciales.

Segundo, la campaña perpetúa una narrativa que contribuye al blanqueamiento de los problemas estructurales de Cuba. Al mostrar un país lleno de belleza y alegría, se omite cualquier mención de la represión política, la falta de libertades civiles o el éxodo masivo de cubanos en busca de mejores oportunidades en otros países.

Finalmente, el enfoque en el lujo y la exclusividad, con frases como “vive una experiencia única”, resalta la paradoja de un turismo que beneficia principalmente a operadores extranjeros y al gobierno cubano, mientras la población local sigue marginada.

Estas imágenes son un recordatorio de cómo el turismo puede ser usado como una herramienta para maquillar las realidades de un país, presentándolo como un destino de ensueño mientras se ocultan las grietas que se expanden justo detrás de las fachadas coloniales.

Disfrutar de Cuba no debería implicar ignorar a los cubanos, pero bueno, “alegrémonos” por Jaz Vilá, que al parecer, tendrá pincha en el 2025. ¿Los demás? Que se j…

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