La alarmante situación del Hospital Psiquiátrico de Guantánamo ha generado denuncias debido a la falta de un equipo esencial para la terapia electroconvulsiva, conocido como TAC Electroshock, que lleva meses fuera de servicio.
La denuncia se extendió en redes sociales por la activista Irma Broek, señalando que este equipo es indispensable para pacientes que solo logran estabilizarse con este tratamiento.
El ambiente dentro del hospital se describe como caótico. Los pacientes, incapaces de recibir el tratamiento necesario, presentan comportamientos violentos, llegando a agredirse entre ellos.
Además, se señala que la respuesta del personal encargado también ha sido, como de costumbre, la peor de todas, agravando el problema.
“En estos momentos la situación de los pacientes del mencionado Hospital es crítica, su comportamiento es agresivo, se agreden entre ellos y la respuesta del personal responsable de su ciudadano es igualmente agresivo”, mencionó la activista.
En busca de una solución, familiares y activistas han solicitado repetidamente la intervención del Director Nacional de Salud. Sin embargo, las respuestas han sido negativas, justificándose en la falta de recursos para reparar el equipo.
“Por favor son seres humanos que aunque están enfermos sienten dolor”, concluye.
Lamentablemente, esta denuncia de Guantánamo no es un caso aislado. Hace pocos días se conoció que el Hospital Provincial Saturnino Lora, en Santiago de Cuba, enfrenta condiciones igualmente críticas. Este centro, vital para cirugías y emergencias, exhibe un deterioro severo que compromete la seguridad de los pacientes.
Reportes detallan problemas como goteras, equipos oxidados y paredes en mal estado dentro de la unidad quirúrgica, encargada de atender casos graves y accidentes de tránsito.
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A pesar de ser el principal hospital de la región, su abandono refleja el profundo colapso del sistema de salud en la isla, atribuido al régimen castrista que mantiene secuestrada a la isla desde hace casi siete décadas.
Peor aún, con todo lo que ocurre, la dictadura sigue pregonando a los cuatro vientos su mal llamada “potencia médica”, con la intención de burlarse de todo un pueblo.
Redacción de Cubanos por el Mundo
