La relación energética entre Cuba y sus principales socios, México y Venezuela, parece estar en plena transformación. En 2024, los envíos de petróleo de México a Cuba alcanzaron los 31,300 barriles diarios, una cifra que casi iguala los 32,000 barriles diarios enviados por Venezuela, según datos recientes.
Esto marca un cambio significativo en la dinámica de suministro que durante años posicionó a Caracas como el principal salvavidas energético de la Isla.
El declive de Venezuela y el ascenso de México
La disminución de los envíos venezolanos es notable, pues en 2023, Caracas suministraba 56,000 barriles diarios, pero en 2024 esta cifra cayó un 42%, mientras el país priorizaba exportaciones más rentables hacia mercados como Estados Unidos y Europa.

Este reajuste dejó a Cuba en una posición vulnerable, obligándola a depender más de México.
Por su parte, México incrementó significativamente su apoyo a La Habana. En los primeros nueve meses de 2024, el país envió un promedio de 31,300 barriles diarios, un 43.5% más que en el primer trimestre del mismo año. Este incremento, impulsado por la política energética de Andrés Manuel López Obrador y continuado por su sucesora Claudia Sheinbaum, busca cubrir el vacío dejado por Venezuela y reafirmar la postura de México a favor del régimen cubano.
Una rivalidad energética inesperada
Con México prácticamente igualando los envíos de Venezuela, las prioridades de ambos países hacia Cuba resultan claras. Mientras Caracas parece relegar a la Isla al final de su lista de prioridades, México ha asumido un papel más activo. Incluso ha enviado apoyo técnico durante las crisis del sistema eléctrico cubano, como ocurrió tras el colapso nacional del pasado mes de octubre.
Sin embargo, expertos como Jorge Piñón advierten que México podría enfrentar sanciones bajo la Ley Helms-Burton, especialmente con el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, quien podría aumentar la presión sobre los aliados de Cuba.
Un 2025 incierto para Cuba
Aunque los envíos de México y Venezuela juntos parecen estabilizar el suministro energético, el futuro es incierto. La Isla sigue enfrentando un déficit diario de unos 80,000 barriles de combustibles líquidos, y con las tensiones políticas en aumento, depender de estos aliados podría volverse aún más complicado.
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Redacción Cubanos por el Mundo