Desde su llegada al poder en 2018, Miguel Díaz-Canel ha enfrentado una avalancha de retos que ha dejado clara su ineficiencia.
A pesar de ser elegido para un segundo mandato en 2023, la popularidad del puesto a dedo cubano está en declive, reflejando el creciente descontento del pueblo con su gestión.
Las perspectivas a futuro no son alentadoras para Díaz-Canel, especialmente con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y la inminente presión que Marco Rubio, como secretario de Estado, promete ejercer sobre el régimen cubano.
Descontento Popular en Niveles Críticos
El malestar social en Cuba no tiene precedentes. Durante noviembre de 2024, se registraron casi 800 protestas en la isla, un récord que expone la frustración de los cubanos con un régimen que no ofrece soluciones claras a sus problemas.
El humor negro y la sátira han sustituido al miedo, mientras los ciudadanos cuestionan abiertamente la legitimidad de un régimen incapaz de cubrir las necesidades básicas.
Díaz-Canel ha intentado justificar la crisis culpando al embargo estadounidense, pero los cubanos lo ven cada vez más como una excusa trillada. Iniciativas polémicas como la apertura de tiendas de lujo en medio de la miseria generalizada no hacen más que alimentar el resentimiento popular.
El mandato del dictador Díaz-Canel podría describirse como una sucesión de calamidades:
- Accidente aéreo en 2018: La tragedia en La Habana dejó 112 muertos.
- Tornado devastador en 2019: Un fenómeno inusual que causó destrucción masiva.
- Explosión del Hotel Saratoga (2022): Un evento que simbolizó la decadencia de la infraestructura del país.
- Incendio en Matanzas (2022): La pérdida de la principal base de almacenamiento de combustible agravó la crisis energética.
- Crisis por huracanes y sismos (2024): La naturaleza no ha dado tregua, exacerbando la ya precaria situación en la isla.
Estos desastres, sumados a los recurrentes apagones y el colapso del sistema eléctrico nacional, han hecho que la “gestión” de Díaz-Canel sea vista como un periodo de mala suerte o, como dicen algunos cubanos en tono irónico, “un gobierno cagao de aura”.
Un Futuro Bajo Amenaza
Con el regreso de Donald Trump, la presión sobre el régimen cubano será más intensa. Marco Rubio, conocido por su postura intransigente hacia La Habana, encabezará las relaciones exteriores de Estados Unidos, lo que augura un endurecimiento de las sanciones económicas. Esto ocurre en un contexto donde Díaz-Canel se aferra al poder, a pesar de que la constitución establece que debe entregar el cargo en 2028.
Analistas no descartan que se realicen ajustes constitucionales para permitirle seguir impuesto en el poder, algo que, de ocurrir, aumentaría el descontento popular y podría desembocar en más protestas.
TE PUEDE INTERESAR: Reportan la desaparición de otro cubano en Ciego de Ávila
Redacción de Cubanos por el Mundo