Kevin Damián Frómeta Castro, un joven preso político por participar en las manifestaciones del 11 de julio de 2021, lleva dos semanas en huelga de hambre en La Habana.
Este acto de protesta surge tras la imputación de un nuevo delito, que él y su familia aseguran no cometió.
Su madre, Caridad Castro, denunció en conversación con Martí Noticias la falta de información sobre el estado de salud de su hijo, ya que ninguna autoridad penitenciaria ni representantes de la Seguridad del Estado han comunicado detalles sobre su condición física.

Ante esto, la madre señaló directamente a las autoridades como responsables de cualquier consecuencia grave.
El incidente comenzó cuando Frómeta, quien fue sentenciado a cinco años de prisión por sedición, rechazó las acusaciones recientes relacionadas con tráfico de drogas.
Según su madre, durante una visita al penal percibió un ambiente inusual y más tarde recibió una carta de su hijo donde confirmaba la huelga de hambre como medida de protesta.
“Llego a la visita reglamentaria y percibí una situación tensa, rara, entre los oficiales que estaban ahí. Al final me dejaron pasar y es que mi hijo está en inanición voluntaria hace 14 días por un delito que le quieren imputar, que no cometió: tráfico de drogas. Él no lo acepta y yo, como madre, tampoco lo voy a aceptar”, dijo al medio citado.
Aunque la familia pudo entregarle alimentos el pasado 31 de diciembre, el preso político se negó a consumirlos.
En ese sentido, la madre destacó que esta decisión, aunque preocupante, es un derecho legítimo del joven, quien no acepta las nuevas acusaciones en su contra.
Trascendió que Frómeta llegó incluso a ser recluido en una celda de aislamiento y posteriormente trasladado a la enfermería, pero luego fue devuelto a su celda principal.
“No me dejaron verlo porque yo estaba muy alterada, pero ¿cómo no lo voy a estar? sabiendo la situación en que está mi hijo. ¡Tienen que dejármelo ver porque ese es mi hijo! Yo tengo que interceder para que él coma, para hacerle entrar en razones, al menos”, añadió la progenitora.
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El arresto de Frómeta ocurrió cuando tenía 19 años, tras su participación en las manifestaciones en el municipio 10 de Octubre, en La Habana.
Su condena inicial de 18 años fue reducida durante el juicio, aunque su familia sigue denunciando irregularidades en el proceso.
Redacción de Cubanos por el Mundo