En Santiago de Cuba, una familia enfrentó una desgarradora experiencia al descubrir que el ataúd utilizado para despedir a un ser querido estaba fabricado con cartón.
El hecho, ocurrido en el Cementerio de Santa Ifigenia y compartido por el periodista Yosmany Mayeta Labrada en redes sociales, refleja las carencias extremas en los servicios funerarios del país.
Trascendió que el ataúd, recubierto con tela mal adherida, se rompió en varias esquinas, dejando al descubierto el cartón. Durante el entierro, los empleados trasladaron la caja con evidente temor de que colapsara, mientras los familiares, entre lágrimas y rabia, criticaban la situación.
Por su parte, varios usuarios compartieron indignación al respecto. Comentarios apuntaron a la ausencia de materiales básicos para fabricar ataúdes, lo que ha llevado a improvisaciones como el uso de cajas de refrigeradores o cartones industriales.
Lamentablemente, este episodio de Santiago de Cuba no es el único que ha salido a la luz en los últimos tiempos, y peor aún, quizás tampoco sea el último.
En Granma, una mujer narró la trágica experiencia vivida en julio pasado cuando su tío fallecido permaneció horas sin ser enterrado debido a la falta de transporte y ataúd en su comunidad.
Según la denuncia, el cuerpo tuvo que ser colocado en un portal cubierto apenas con una sábana, mientras los familiares esperaban ayuda que tardó en llegar.
“Ayúdenme a compartir esta publicación. Mi tío desde ayer está muerto. Ya está reventado, tiene mucho mal olor y no hay caja ni transporte en que llevarlo a enterrar. Ayúdenme”, dijo entonces Olenmis Mirando.
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Los problemas asociados a los servicios funerarios en Cuba no solo afectan a las familias en duelo, sino que también exponen la incapacidad del régimen para garantizar condiciones mínimas.
Mientras tanto, la cúpula castrista, en lugar de resolver la situación, sigue burlándose del dolor ajeno.
Redacción de Cubanos por el Mundo