La Guardia Costera de Estados Unidos rescató a 37 cubanos que estaban atrapados en dos islas deshabitadas de las Bahamas.
Según reportó la agencia federal, tras los operativos, los migrantes fueron entregados a las autoridades bahameñas el domingo por la tripulación del buque guardacostas William Flores.
El primer aviso llegó el jueves desde la Estación Aérea de Miami, donde una tripulación auxiliar detectó señales de auxilio en Cay Sal Bank.
Al día siguiente, un avión HC-144 Ocean Sentry reportó la presencia de otro grupo en Anguilla Cay. Para brindar asistencia inmediata, se lanzó comida, agua y una radio para establecer comunicación.
Ante la situación, las autoridades bahameñas solicitaron el apoyo de la Guardia Costera estadounidense.
En ese sentido, una nave de dicho componente fue enviada a las islas, donde los cubanos fueron subidos a bordo para garantizar su seguridad marítima.
Según el teniente Connor Pascale, enlace de la Guardia Costera en la región, estos viajes ilegales y peligrosos en embarcaciones precarias representan un riesgo mortal.
Pascale destacó que los esfuerzos se enfocan en patrullar áreas clave como el Estrecho de Florida, el Paso de Barlovento y el Paso de la Mona para rescatar a migrantes, disuadir travesías inseguras y combatir el tráfico de personas.
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Trascendió que, una vez rescatados, los antillanos recibieron alimento, agua, refugio y atención médica básica mientras se verifica su identidad.
Ahora, ya solo les queda esperar para su más que posible repatriación, mismo destino que han pasado miles de paisanos.
Si bien es cierto que los habitantes de la isla saben que la repatriación es posible en estos casos, o incluso están conscientes del peligro que representa estos viajes, la miseria provocada por el régimen castrista prácticamente los deja sin alternativa, eligiendo intentar encontrar la tan anhelada libertad.
Redacción de Cubanos por el Mundo
