Adiren, una niña cubana de tres años, enfrenta una batalla constante contra las alergias alimentarias múltiples que afectan su calidad de vida.
Debido a las severas restricciones alimenticias que padece, sus necesidades básicas de nutrición y tratamiento médico no pueden ser satisfechas en su país, lo que ha llevado a su familia a pedir ayuda urgente.
Trascendió que desde su nacimiento, Adiren ha sufrido complicaciones. Al haber nacido con 37 semanas, fue separada de su madre y alimentada con leche común, lo que le ocasionó daños severos en el sistema digestivo.
Inicialmente, desarrolló intolerancia a la lactosa, pero con el tiempo su condición se agravó, manifestándose alergias al gluten y a una extensa lista de alimentos, incluidos huevo, aguacate, embutidos, legumbres, entre otros.
Estas alergias también limitan el uso de medicamentos, vacunas y productos de higiene, ya que muchos contienen ingredientes que agravan su estado.
La falta de acceso a productos especializados por culpa de la “potencia médica”, como suplementos vitamínicos, medicinas sin alérgenos y alimentos aptos para su dieta, ha deteriorado significativamente su salud.
Además de presentar anemia crónica y desnutrición, esta niña cubana sufre dolores óseos, espasmos musculares y aftas bucales, complicaciones derivadas de su incapacidad para absorber nutrientes esenciales.
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En ese sentido, los padres de Adiren han recurrido a publicaciones en redes sociales para dar a conocer su caso. Como ya es costumbre, las opciones en Cuba son prácticamente inexistentes, mientras que en otros países se pueden encontrar productos y tratamientos adecuados para su enfermedad.
Lamentablemente, muchos niños, a una edad muy corta, ya deben lidiar con el pésimo sistema de salud cubano y la mal llamada “potencia médica”, que no es más que otra excusa de la dictadura para burlarse del pueblo y, al mismo tiempo, llenarse los bolsillos.
Redacción de Cubanos por el Mundo