Mike Tyson, leyenda del boxeo, realizó una importante inversión inmobiliaria tras su regreso al cuadrilátero el pasado 15 de noviembre en un enfrentamiento frente al YouTuber Jake Paul en el AT&T Stadium, Texas.
A pesar de su derrota en las tarjetas, el combate representó una bolsa de 20 millones de dólares para el exboxeador.
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Con este ingreso, Tyson adquirió una mansión de 13 millones de dólares ubicada frente al lago en Delray Beach, Florida.
La propiedad, que abarca 1.115 metros cuadrados en un terreno de 1,2 hectáreas, cuenta con instalaciones de lujo como una piscina de 24 metros con spa, un estanque de peces con cascada, seis habitaciones y nueve baños.
El contrato de compra, firmado junto con su esposa Lakiha, fue gestionado por Jonathan Schneider, de Wimbledon Real Estate, quien aseguró que la familia Tyson ha sido “una clienta valiosa durante años”.
La mansión, construida recientemente en El Caballo Court, se puso en venta tras un proyecto iniciado en 2021, con un precio inicial cercano a los 17 millones de dólares.
La inversión se suma a otras propiedades del excampeón, como su mansión en Henderson, Nevada, y una cabaña con pista de aterrizaje en la misma área de Delray Beach, adquirida en 2024 por 1,7 millones de dólares.
Por otro lado, dicho enfrentamiento entre Mike Tyson y Paul, seguido por 60 millones de espectadores en Netflix, generó controversias, y algunas personas creen que fue pactado entre ambas partes, interesando únicamente el dinero.
En declaraciones posteriores, el boxeador reveló su desconcierto emocional tras la pelea. “Esa pelea fue un gran ascenso, estábamos tan emocionados y entusiasmados. La pelea terminó, boom. Vaya, estoy un poco deprimido”, dijo entonces.
Aunque los 13 millones de dólares pagados por su nueva mansión están lejos de los récords inmobiliarios del área, Tyson sigue ampliando su patrimonio mientras genera debate sobre su futuro.
Redacción de Cubanos por el Mundo
