El año pasado, los accidentes de tránsito en Cuba dejaron un saldo de 634 víctimas fatales, una cantidad ligeramente menor en comparación con el año anterior, aunque el número de heridos aumentó significativamente.
Durante una reunión de la Comisión Nacional de Seguridad Vial, donde participaron altos funcionarios del régimen, se reveló que ocurrieron 7,507 incidentes viales a lo largo del año, reflejando una disminución del 12% en la cantidad total de accidentes en relación con el período anterior.
Sin embargo, la cantidad de personas lesionadas ascendió a 6,613, superando ampliamente las cifras previas.
El factor humano fue señalado como la principal causa de estos percances, destacándose que la distracción al conducir estuvo presente en alrededor de un tercio de los casos.
Otras razones frecuentes incluyeron la falta de respeto a las normas de tránsito, la velocidad excesiva y el consumo de bebidas alcohólicas, mientras que el deterioro de la infraestructura vial también contribuyó a la problemática.
En relación con la conducción bajo los efectos del alcohol, las autoridades identificaron a 665 conductores que manejaban en estado de embriaguez, lo que derivó en la suspensión de más de 1,200 licencias de conducir. Algunas de estas suspensiones fueron definitivas debido a reincidencias o denuncias previas.
Otro de los factores que influye es el pésimo estado de las carreteras en Cuba, una situación que, lejos de resolverse, empeora con el paso de los días.
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Por otro lado, el crecimiento del uso de motocicletas eléctricas y ciclomotores, especialmente entre menores de edad sin la debida autorización, ha generado preocupación. Se ha detectado que en muchos casos estos vehículos han sido modificados para incrementar su velocidad, lo que incrementa el riesgo de accidentes.
Las infracciones más comunes incluyen la falta de atención al volante, la pérdida de control del vehículo y la omisión de las normas de tránsito básicas.
En La Habana, la falta de control sobre los conductores de transporte público ha sido señalada como un problema persistente, ya que la siniestralidad en este sector continúa siendo elevada.
Redacción de Cubanos por el Mundo