En La Habana, un grupo de vecinos intervino para detener a una mujer que intentó sustraer un teléfono móvil de la vivienda de una persona de la tercera edad en silla de ruedas.
Según reportes en redes sociales, el hecho ocurrió en la calle 1ra, entre Goicuría y la calle A, en la zona de Ampliación del Sevillano, municipio Diez de Octubre.
Gracias a la rápida reacción de los residentes, la sospechosa fue retenida hasta la llegada de las autoridades, que como siempre, no estaban donde tenían que estar.
Como suele ocurrir en estos casos, la denuncia generó una ola de reacciones entre los usuarios, algunos condenando enérgicamente el acto delictivo, mientras que otros atribuyeron la situación a la difícil realidad económica del país, aunque sin justificarla.
Lamentablemente, este caso no es un hecho aislado, ya que en los últimos meses se han reportado incidentes similares en distintas partes de Cuba. En noviembre, también en La Habana, un joven fue interceptado por vecinos tras ser acusado de asaltar a varios estudiantes cerca de una secundaria local.
Según testigos, el individuo, acompañado de otro que logró huir, amenazó con un arma blanca a un grupo de adolescentes, lo que generó alarma en la comunidad.
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Por otro lado, en el reparto Los Pinos, en Santiago de Cuba, los residentes lograron capturar a un hombre que intentaba cometer un robo en la zona. Imágenes compartidas en redes sociales mostraron al sospechoso rodeado por una multitud que lo inmovilizó hasta que llegó la policía.
Estos casos ponen en evidencia que la “mejor policía del mundo” (según el régimen) no hace absolutamente nada para combatir la delincuencia, dejando a los propios civiles abandonados y teniendo defenderse a sí mismos.
Redacción de Cubanos por el Mundo
