Las autoridades sanitarias de Sancti Spíritus enfrentan un repunte significativo de casos de hepatitis A, lo que sin duda preocupa a toda la comunidad local.
De acuerdo con datos oficiales, se registraron alrededor de 1.080 diagnósticos al cierre de 2024, y la tendencia continuó en aumento en los primeros meses del año.
La doctora Yurien Negrín Calvo, subdirectora del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, indicó que, aunque anteriormente se reportaron brotes en el municipio de La Sierpe, estos nuevos casos no guardan relación con los anteriores.
Señaló que durante aproximadamente una década la incidencia de la enfermedad se mantuvo baja debido a la implementación de medidas sanitarias efectivas, pero en la actualidad el panorama ha cambiado drásticamente, afectando también a localidades como Cabaiguán y la ciudad cabecera.
Un reporte de 14ymedio señala que, a pesar de las cifras oficiales, se presume que el número real de contagios podría ser mayor, ya que muchas personas optan por no acudir a los centros de salud al considerar que la enfermedad es reconocible por síntomas previos en familiares y amigos.
Además, la falta de tratamientos específicos ha provocado que algunos enfermos prefieran quedarse en casa y limitarse a reposo e hidratación.
El diagnóstico oportuno sigue siendo un reto, porque los hospitales carecen de recursos para confirmar la enfermedad mediante pruebas de laboratorio específicas. En su lugar, se utilizan análisis que solo permiten descartar otras afecciones hepáticas, obligando a los médicos a basarse en la sintomatología del paciente.
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Entre los principales síntomas de la hepatitis A se encuentran el cansancio extremo, fiebre, pérdida del apetito y molestias digestivas, así como alteraciones en el color de la orina y las heces.
Pacientes afectados han manifestado su preocupación por la prolongada recuperación que implica la enfermedad, que en algunos casos puede extenderse por varias semanas.
Las autoridades sanitarias han instado a la población a extremar precauciones, poniendo énfasis en la adecuada manipulación de alimentos y agua. Sin embargo, la precariedad en los servicios básicos, como el suministro de agua potable y las deficiencias en la infraestructura sanitaria, dificultan la aplicación efectiva de estas recomendaciones.
En los hogares, se aconseja reforzar la higiene personal y del entorno, lavarse las manos con frecuencia y desinfectar utensilios de uso común.
Redacción de Cubanos por el Mundo
