Cuando hasta el propio Granma lo dice y reconoce

El Granma, el diario oficial del Partido Comunista de Cuba, es una verdadera mina de oro para la ironía y los memes. Su manera de titular y redactar notas puede ser tan desafortunada que, si uno lee entre líneas (o simplemente lee el título y se detiene ahí), el mensaje que transmiten parece dispararse en el pie una y otra vez.

Tomemos, por ejemplo, el titular “Martí: un legado que arde”. Uno podría pensar que, en un país donde las protestas populares muchas veces terminan con llamas reales en las calles, un título así roza la autoincriminación. Es como si admitieran que el legado martiano ha sido incinerado por quienes dicen protegerlo. Porque, seamos sinceros, ¿de qué otra manera interpretar que “arde” el legado de Martí en un contexto en el que el régimen ha hecho todo lo posible por torcer sus ideas hasta convertirlas en herramientas de propaganda? Ni siquiera hace falta leer el cuerpo del artículo para encontrar el material humorístico: el título ya es la carne del meme.

Por otro lado, “La luz que Cuba necesita siempre” suena casi como una recomendación práctica en un país donde los apagones son más frecuentes que las conferencias del Partido. En un lugar donde encender una bombilla puede ser un lujo, las antorchas no solo son un símbolo político, sino también una opción real para iluminar la noche. Quizá en su afán de ser poéticos, los redactores de Granma olvidan que la realidad cotidiana convierte estas metáforas en un boomerang que regresa para golpearlos de lleno.

Y hablemos del contenido. La obsesión con “las alturas del Alma Máter” y las “piedras de la cantera” termina por ser un ejercicio repetitivo y vacío. Es un collage de palabras pomposas que intenta ser épico, pero se estrella contra la monotonía de una retórica gastada. No importa cuántas veces mencionen “hombres-luces” o “la utilidad de la virtud”; la desconexión entre el discurso y la realidad de las calles es tan evidente que el lector promedio lo recibe como una parodia involuntaria.

En el fondo, parece que los responsables del Granma necesitan urgentemente un curso de redacción creativa o, al menos, alguien que les explique que el contexto importa. Si el legado de Martí “arde”, que sea en el corazón de quienes buscan justicia, no bajo las llamas del olvido y la incoherencia. Y si “la luz que Cuba necesita” viene de las antorchas, que al menos sea porque encendieron la chispa de un cambio verdadero, no porque falte electricidad para un bombillo.

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Redacción Cubanos por el Mundo