La dictadura castrista “identificó” el tipo de gas que afectó a los estudiantes del Instituto Preuniversitario José Luis Dubrocq, de Matanzas.
Según la investigación realizada por los peritos del Ministerio del Interior (MININT) la situación se registró debido a que una estudiante tenía un “spray de gas pimienta para defensa personal”.
Aparentemente, la muchacha roció el gas pimienta en la motorina de un profesor, ocasionando que al menos 35 estudiantes terminaran hospitalizados por inhalar la sustancia.
En ese sentido, una nota del medio oficial TV Yumurí apuntó que “luego la alumna le dio el spray a otro estudiante egresado de la escuela, quien lo aplicó en las afueras del centro. Este se lo devolvió a la joven, a quien le ocuparon el envase con la sustancia”.
El director provincial de Educación, Edilberto Casanova Armenteros, afirmó que, la joven estudiante “jamás imaginó que tuviera la connotación y el daño que le hizo a los compañeros, solo lo usó para molestar al profesor”.
Ante esta situación, los estudiantes de este centro están sujetos a las medidas del “reglamento disciplinario y a las pertinentes para estos casos, dado que es una menor de edad”, agregó la nota del medio oficial TV Yumurí.
Presuntamente, los peritos y directivos de Educación en la provincia se reúnen con maestros, estudiantes y padres de la escuela para explicar las causas del suceso y los detalles de la investigación.
Esta sería la versión oficial del régimen cubano sobre la situación ocurrida en el preuniversitario de Matanzas que dejó a varios alumnos ingresados en centros de salud y provocó que el instituto fuese evacuado.
No obstante, hay quienes tienen sus dudas debido a que esta pudiera ser una versión manipulada de la dictadura sobre este hecho utilizada para ocultar lo que en realidad pudo haber ocurrido en la institución educativa, una práctica habitual del aparato castrista.
Esto debido a que, ninguno de los pacientes entrevistados por los medios oficialistas afirmaron haber percibido un olor fuerte. Tampoco refirieron irritación en los ojos, una de las consecuencias principales del gas pimienta.
“En mi aula yo estaba sentada y me empezó a picar la garganta. Pero como soy alérgica y hay cambio de tiempo, pensé que era eso”, dijo a Girón Mariam Quintas Arias, una de las víctimas.
En los comentarios de la publicación de TV Yumurí los usuarios se mostraron incrédulos ante la versión del régimen sobre lo ocurrido en el preuniversitario de Matanzas.
“¿Y la motorina estaba en el segundo piso?”, señaló Wendy Moreda, mientras que Bárbara Ivonne Torres apuntó: “En EE. UU. los policías en ocasiones utilizan gas pimienta y solo irrita los ojos y no deja ver bien por un rato. No hay que hospitalizar a nadie. Se supone que la motorina no estaría en un segundo piso. El tiempo máximo de incomodidad es de una hora”.
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Redacción Cubanos por el Mundo
