La comunidad de Colón, en la provincia de Matanzas, sigue sin respuestas tras la desaparición de Esperanza Cabrera, una mujer de 75 años que, desde el 19 de diciembre de 2024, se encuentra en paradero desconocido.
A pesar de que el pequeño pueblo se caracteriza por su cercanía y el conocimiento mutuo entre sus habitantes, nadie parece tener información sobre su paradero.
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El día de su desaparición, Esperanza fue vista por última vez a las 6:30 de la mañana, cuando se encontraba en una parada de autobuses cerca del Central René Fraga, rumbo a Maceo, un poblado a tan solo un kilómetro de distancia.
Desde entonces, su familia ha hecho todo lo posible por encontrarla. Amigos y seres queridos han rastreado la zona sin éxito, mientras las autoridades de Matanzas aún no aportan pistas sobre el caso.
En un acto desesperado, Walkiria Quintana, hermana de Esperanza, ha recurrido a las redes sociales para hacer un llamado a la solidaridad.
En su mensaje, enfatizó la angustia de la familia y pidió a quienes pudieran tener alguna información que se comunicaran sin dudar. La incertidumbre sobre el paradero de la mujer se intensifica con cada día que pasa, y su familia no deja de esperar algún tipo de respuesta.
A pesar de las búsquedas y las denuncias realizadas, la falta de avances por parte de las autoridades ha aumentado la tensión.
“Es increíble que en un lugar tan pequeño dónde todos la conocen no haya nadie que sepa algo de ella. Los familiares y amigos han hecho incansables búsquedas en toda la zona sin resultado alguno. Se hizo la denuncia a las autoridades a las 48 horas de su desaparición y aún no tienen resultado alguno”, dijo Quintana.
En cuanto a las características físicas de Esperanza Cabrera, es delgada, mide 1,65 metros, tiene piel y cabello negros, y ojos carmelitas. Llevaba un suéter verde, un pantalón de mezclilla azul claro, un pañuelo carmelita, sandalias negras y una cartera al momento de ser vista por última vez.
Redacción de Cubanos por el Mundo