Las autoridades carcelarias cubanas continúan aplicando tácticas de represión hacia sus secuestrados, como es el caso de la presa política Mayelín Rodríguez Prado, quien enfrenta graves abusos dentro de la prisión.
A pesar de cumplir con todos los requisitos establecidos por el sistema penitenciario para acceder a un régimen menos severo, las autoridades le han negado cualquier posibilidad de progreso en su condena.
La organización sin fines de lucro, Cubalex, denunció que la presa política es sometida a un patrón constante de maltrato, lo que incluye amenazas y agresiones físicas.
Esta situación no solo compromete su seguridad, sino que también demuestra la crueldad del régimen hacia aquellos que se atreven a cuestionar las condiciones inhumanas dentro de las cárceles cubanas.
El grupo de apoyo “Presos Políticos de Cuba” subraya que esta no es una táctica aislada. La seguridad del Estado utiliza reclusos comunes para intimidar y agredir a los opositores, creando falsos conflictos que sirven para justificar la negación de cualquier tipo de beneficio, incluso aquellos que deberían ser garantizados por la ley.
Esta estrategia busca desmotivar a los prisioneros políticos y hacerlos rendirse ante un sistema que los oprime.
Rodríguez Prado, quien participó en las manifestaciones pacíficas de Nuevitas, Camagüey, en 2022, fue condenada a una pena de 15 años de prisión bajo falsas acusaciones de “sedición” y “propaganda enemiga”.
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Este tipo de represalias forma parte de un patrón de abuso que afecta a numerosos prisioneros políticos, quienes enfrentan castigos arbitrarios y condiciones extremadamente duras en los centros de detención.
Mientras estas personas padecen un infierno en carne propia sin haber hecho nada para merecerlo, los verdaderos delincuentes siguen azotando a placer las calles de todo el país; un país en el que el habitante ya no puede estar seguro ni en su propia casa.
Redacción de Cubanos por el Mundo
