En el amplio repertorio de periodistas que juegan a ser adalides de la verdad y terminan con la cola entre las patas, el guantanamero conocido como Miguel Noticias, ha logrado destacar. Su gran hazaña: hacerse eco de una nota oficialista que pretendía justificar lo injustificable y, ante la ola de indignación, no responder a sus críticos
El escándalo estalló cuando se supo que en Imías, Guantánamo, un niño de nueve años fallecido tuvo que ser trasladado en hombros por sus familiares durante casi 20 kilómetros, en una parihuela improvisada, debido a que nunca se envió un carro fúnebre.
La indignación era de esperar, pero lo que nadie se imaginaba era que la respuesta oficial sería una nota que intentaba disfrazar el desastre como una decisión de los familiares. Y allí fue donde Miguel Noticias, sin contrastar fuentes ni dudar del relato oficial, se lanzó de cabeza a compartir la “explicación” estatal.
El problema es que la verdad, esa que tanto teme la prensa oficialista, salió a relucir cuando el tío del niño fallecido y otros familiares y amigos, desmintieron la versión de Miguel Noticias y del Consejo de Administración de Imías.
Con pruebas en mano, el tío confirmó que no había habido transporte disponible y que la familia no tuvo otra opción que cargar con el cadáver. Así, en pocas horas, la mentira quedó al descubierto y el periodista, en lugar de responder con dignidad, optó por la estrategia más cobarde: hacerse el desentendido.
Los internautas, que no perdonan ni olvidan, se encargaron de señalar su actuación. Desde burlas hasta críticas contundentes, la caída en desgracia de Miguel Noticias fue fulminante. La mentira había sido demasiado escandalosa hasta para los estándares del sistema.
Mientras tanto, la realidad sigue su curso: en Imías no hay carro fúnebre y las autoridades, en lugar de reconocer su ineficiencia, intentan disfrazar la tragedia como una decisión familiar.
Habrá que ver qué pasa con la funcionaria que mintió descaradamente, pero nunca duden que no pase nada. No parece ser la misma que dejó a aquel padre con decenas de niños abandonado en una escuela, mientras el río crecía y crecía, y estuvo a punto de ahogarlos a todos, pero por mentirosa y descarada, deberían quitarla de su puesto.
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