El régimen comunista de la isla está empeñado en seguir adoctrinando al pueblo, que ya no cree en sus falsas promesas y está cansado del hambre y la miseria.
La Televisión Cubana anunció el inicio de 1.401 “barriodebates antiimperialistas”, una iniciativa organizada por los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) que según el discurso comunista, busca “informar” a la población sobre el impacto del embargo estadounidense y las políticas de la Administración Trump, según explicó Anelis Barbán Rodríguez, miembro del Secretariado Nacional de los CDR.
Barbán justificó estos encuentros como una respuesta al “veneno destilado por vías de desinformación”, refiriéndose a las reales críticas y protestas que han surgido en la Isla debido a la grave crisis económica y energética que atraviesa el país.
El régimen pretende llenar de mentiras al pueblo que sufre por su ineficiencia a diario y exige calidad de vida.
Aseguran que los debates contarán con “asesores especializados” que explicarán los efectos de las sanciones estadounidenses y las dificultades económicas en Cuba, aunque se trata de espacios controlados que promueven la narrativa oficialista.
El régimen cubano insiste en que el embargo estadounidense es el principal responsable de la escasez de alimentos, medicamentos y combustible, así como de los prolongados apagones que afectan a la población. Sin embargo, estas afirmaciones contrastan con el descontento generalizado entre los ciudadanos, quienes enfrentan diariamente las consecuencias de una crisis que parece no tener fin.
En medio de esta situación, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) anunció la suspensión de actividades docentes y laborales no esenciales los días 14 y 15 de febrero, como medida para reducir el consumo de electricidad y mitigar las afectaciones a la población. Solo se mantendrán en funcionamiento los servicios básicos, mientras que los trabajadores afectados recibirán una protección salarial conforme al Código de Trabajo.
La crisis energética se ha agravado en las últimas semanas debido a la falta de combustible y el deterioro del sistema termoeléctrico. Varias plantas han salido de servicio o funcionan con inestabilidad, lo que ha incrementado los apagones en distintas provincias.
El descontento popular es evidente en redes sociales y en algunas protestas pacíficas en barrios afectados por los apagones. Aunque las manifestaciones son reprimidas, los ciudadanos han realizado “cacerolazos” nocturnos y salido a las calles en varias ocasiones.
José Raúl Gallego, investigador y periodista independiente, criticó duramente los “barriodebates” en su perfil de Facebook, calificándolos de “burla e indolencia” hacia una población que sufre escasez de alimentos, medicamentos y servicios básicos.
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Redacción Cubanos por el Mundo