Thiago, el niño cubano de Camagüey con Distrofia Muscular de Duchenne, sigue batallando día tras día con la enfermedad.
Diagnosticado en 2018, el pequeño ha visto cómo su salud se deteriora rápidamente, una situación que se complica aún más por la escasez de tratamientos en Cuba.
En la actualidad, uno de sus pulmones apenas funciona al 50%, y el riesgo de colapso respiratorio es sumamente alto, por lo que su familia está desesperada. A esto se suma el hecho de que ya no puede mantenerse de pie, ni siquiera con el apoyo de su madre, Frida Laira Riveron Muniz.
Además, los músculos de su espalda también se ven comprometidos, lo que ha provocado una grave escoliosis.
En este contexto de angustia, el niño cubano requiere con urgencia dos equipos médicos vitales para su respiración: un BiPAP y un Cough Assist. Sin embargo, estos dispositivos no están disponibles en el pésimo sistema de salud cubano, lo que ha llevado a su familia a buscar alternativas fuera del país.
El panorama de Thiago se vuelve cada vez más complejo. A pesar de recibir atención en el Hospital Pediátrico William Soler, donde un equipo de médicos ha intentado frenar los efectos de la enfermedad con terapias de células madre, su condición sigue empeorando.
TAMBIÉN PUEDE LEER: Piden visa humanitaria para niño cubano con distrofia muscular
Conscientes de la urgencia de la situación, los familiares sigue buscando la forma de conseguir una visa humanitaria, así como también lanzando campañas de recaudación de fondos en plataformas como GoFundMe.
Mientras pequeños como Thiago deben luchar por su vida todos los días, el cruel régimen castrista sigue burlándose de todos al presumir de su mal llamada “potencia médica”, una mentira que utilizan para jugar con el pueblo y para llenarse los bolsillos.
Redacción de Cubanos por el Mundo