Un vehículo valuado en medio millón de dólares desapareció de Estados Unidos y terminó, según sospechas, en manos de un famoso cantante en México.
El automóvil, un Rolls-Royce único en su clase, se esfumó en un elaborado engaño que expuso las vulnerabilidades en el transporte de bienes exclusivos.
Según reportes locales, todo comenzó cuando Travis Payne, un comerciante de autos exóticos con sede en Atlanta, adquirió el lujoso SUV y coordinó su entrega desde Arizona. Sin embargo, el vehículo nunca llegó a su destino.
Payne descubrió que estafadores, haciéndose pasar por agentes de transporte, falsificaron documentos y desviaron el camión hacia Los Ángeles. Desde allí, el rastro se complicó aún más: el sistema GPS del auto se desactivó apenas 12 minutos después de iniciar el trayecto, un indicio claro de que los responsables sabían exactamente cómo borrar sus huellas.
Semanas después, Payne recibió una pista inesperada a través de las redes sociales. Un video en TikTok mostró un Rolls-Royce idéntico al suyo, aunque con un acabado diferente, siendo exhibido con orgullo.
Tras analizar las imágenes, confirmó que se trataba de su preciado automóvil. Las publicaciones lo situaron en un concesionario en Guadalajara, México, y pronto surgieron rumores que vincularon al cantante mexicano Luis Conríquez con la posesión del vehículo.
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Frustrado por la falta de apoyo policial, Payne rastreó el caso por su cuenta. Averiguó que el concesionario mexicano tenía nexos con el boxeador Canelo Álvarez, pero cuando intentó contactarlos y proporcionar el número de identificación del vehículo, la comunicación se cortó abruptamente.
Mientras tanto, el legítimo propietario denunció al distribuidor en Arizona por no validar adecuadamente la identidad de los transportistas, un error que facilitó el robo.
Ahora, consideró demandar para recuperar su inversión, aunque la esperanza de ver nuevamente su Rolls-Royce se desvanece cada vez más.
Redacción de Cubanos por el Mundo
