Un joven cubano terminó tras las rejas en Miami luego de que las autoridades migratorias lo detuvieron por el supuesto robo de un automóvil.
El individuo, de 24 años y llamado Geraldo Camellón Fernández, enfrentó un arresto que destapó una serie de eventos inesperados ocurridos en la mañana del miércoles, según informaron fuentes policiales.
Todo inició cuando una mujer, que conducía un GMC azul, salió del Aeropuerto Internacional de Miami y notó que un Mercedes-Benz negro la seguía de cerca.
Lógicamente asustada, llamó al 911 para reportar la situación. Un policía de Miami Springs localizó ambos vehículos y observó cómo el conductor del Mercedes realizaba movimientos bruscos para no perder de vista al otro auto.
Cuando el agente intentó intervenir, el sospechoso ignoró la orden de detenerse y continuó su trayecto.
La persecución llegó a su fin en la calle Curtiss Parkway, en la cuadra 500, donde la mujer estacionó su vehículo. El Mercedes se detuvo detrás de ella, y el oficial se aproximó de inmediato.
Allí encontró a Camellón Fernández, quien tuvo problemas para estacionar y, tras salir del auto a pedido del policía, quedó bajo escrutinio.
La investigación dio un giro cuando los agentes de Miami descubrieron que el Mercedes había sido reportado como robado. Dentro del vehículo, hallaron un bolso con un arma de fuego, lo que complicó aún más la situación del detenido.
En consecuencia, el cubano fue llevado al Centro Correccional Turner Guilford Knight, donde quedó bajo custodia.
Durante el interrogatorio, el joven renunció a sus derechos y ofreció una explicación peculiar. Aseguró que intentó tomar un vuelo a Cuba ese día, pero olvidó su pasaporte en su propio auto.
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Al volver por él, descubrió que su vehículo había sido remolcado por estar mal estacionado. Luego, afirmó que trató de usar una imagen de su pasaporte en su celular para abordar el avión, pero las autoridades aeroportuarias se lo impidieron.
Las acusaciones contra Camellón Fernández incluyeron robo armado de un vehículo, seguimiento intimidatorio y resistencia a la autoridad.
Ahora, mientras espera su proceso judicial, enfrenta un futuro incierto. Bajo las leyes de Florida, solo por el delito de robo vehicular, podría haber recibido desde dos meses hasta tres décadas de cárcel, junto con sanciones económicas considerables, de hallarlo culpable.
Redacción de Cubanos por el Mundo
